Escuchar música mientras se estudia o se trabaja mejora el rendimiento solo en situaciones muy concretas. El resto del tiempo, distrae. La clave está en saber cuándo y cómo recurrir a ella.
Escuchar música mientras se estudia o se trabaja mejora el rendimiento solo en situaciones muy concretas. El resto del tiempo, distrae. La clave está en saber cuándo y cómo recurrir a ella.