Para el presente hallazgo, el grupo liderado por Agustín Pérez Moreno, se basó en la morfología del astrágalo
El estudio, publicado en la revista Science Advances, explica que diferentes ecosistemas respondieron a distintas velocidades a la degradación ambiental, lo cual ayudó a reconstruir de mejor manera el proceso de extinción masiva.
Los restos fueron descubiertos en 2021 cerca de una obra de construcción ubicada en la ciudad de Ganzhou, en China, y hasta hace poco estuvieron sometidos a un proceso de restauración e investigación.
En ese sentido, un nuevo estudio realizado por la Universidad de California, en Estados Unidos, ha teorizado que estos seres eran mucho más grandes de lo que se pensaba.
A través de un artículo publicado en la revista Cretaceous Research, los autores explicaron que el dinosaurio en cuestión medía entre unos 60 a 90 centímetros de altura. Además, era carnívoro.
A partir de estudiar las partículas del polvo de silicato procedente del meteorito Chicxulub, los científicos determinaron que desempeñó un papel mucho más importante en la extinción masiva de lo que se pensaba.
A pesar de ello, el espécimen tomó gran relevancia entre la comunidad especializada a mediados de los 90´s. Por este motivo, los encargados del proyecto nunca lo dejaron de lado y recientemente descubrieron que dichos vestigios pertenecieron a una especie de titanosaurio africano, la cual nunca había sido registrada.
La investigación, publicada en la revista Nature, indica que los restos encontrados pertenecen al Fujianvenator prodigiosus, un pequeño dinosaurio del tamaño de un gallo, que solía habitar en lo que hoy es Nanping, provincia de Fujian.
Sin embargo, lo interesante de esta osamenta, hallada en Rio Grande do Sul, es que es considerada como una muestra de que los antepasados de los dinosaurios eran animales bípedos, es decir, caminaban sobre dos patas.
El hallazgo, un tanto fortuito, ocurrió durante un derrumbe a las orillas de un río localizado en el departamento de Tarija.
