Al respecto, Rupert Collins, autor principal y conservador del Museo de Historia Natural de Londres, señaló que en cuanto él y su equipo se propusieron a nombrar de esta forma al animal, supo que no existía mejor opción.
Prueba de ello es que a este suceso se la ha relacionado con una profecía indígena, vinculada a un escenario positivo, aunque igual se ha tomado como una advertencia.