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Publicado en BESTIARIO

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Miércoles, 18 Diciembre 2019 17:36 Escrito por 
  • En la zona norte de Toluca, las empresas fuera de la norma se comienzan a notar, los vecinos empiezan a denunciar y las autoridades están abriendo los ojos. En las delegaciones de la región, es fácil romper las reglas pues no hay ojos sobre las empresas todo el tiempo. Para muestra, sólo recordemos que San Pablo y San Cristobal tienen tierra fértil para lo clandestino, ahí nació el emporio huachicolero de algunos hace tres años. 

 

  • Entre charlas de pasillo, empresarios transportistas reconocen que el alza que se pueda autorizar en la tarifa del transporte público servirá de poco, incluso si llegase a darse el salto a los 20 pesos de banderazo, si la Secretaría de Movilidad no saca de circulación al transporte irregular, es decir, a los taxis colectivos y a todos aquellos que no pagan por una concesión, además de concretar el multianunciado reordenamiento… Dicen que es hora de que los funcionarios hagan su trabajo o, de nuevo, les van a querer cargar el muerto de un servicio de transporte público deficiente.

 

  • Las autoridades mexiquenses no están dispuestas a abonar a la libertad del activista José Humbertus Pérez Espinoza, lo han dejado en claro al negarse a sobreseer las carpetas aún instauradas contra él, aunque desde marzo existe un llamado público para que lo hagan. A punto de dictarse sentencia también en ambas carpetas, el MP se sacó de la manga recursos de recusación contra los jueces que a decir de Pérez Espinoza tienen por objeto presionarlos para que lo condenen. En lo inmediato lograron que Humbertus pase otra navidad (ya serán cuatro) recluido sin que se haya demostrado su culpabilidad. Adicionalmente, el director de Prevención y Reinserción Social promueve su aislamiento en un penal psicosocial y trata, a toda costa, de hacerlo ver como un interno que llegó a La Perla por padecimientos psicólogicos, cuando fue bien conocida la pancreatitis aguda que ocasionó su traslado desde el penal de Chiconautla. Ya que se va Sergio Medina Peñaloza de la presidencia del TSJEM, al menos debería rescatar el prestigio que perdió por este caso. ¿Quiénes están detrás? ¿hasta dónde están dispuestos a llegar? ¿por qué le tienen tanto miedo o animadversión?
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