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Publicado en CURIOSIDADES

La “magia de un beso” puede ser real y la ciencia lo demuestra

Lunes, 10 Agosto 2020 22:05 Escrito por 

La profesora Sheril Kirshenbaum, de la Universidad de Texas, afirma que “el primer beso es una de las experiencias vitales más recordadas, por encima, incluso, de la primera relación sexual”. Y es que en este acto se libera dopamina, un neurotransmisor que genera la imperiosa necesidad de estar al lado de la persona deseada, y que produce esa característica sensación de ingravidez.

La citada científica menciona en su libro: “La ciencia del besar”, otras hormonas que intervienen en esta actividad, como la adrenalina y la noradrenalina, que aumentan la tensión y el ritmo cardiaco, y nos hacen sentir estimulados, metidos de lleno en el presente, en el aquí y ahora. Por su parte, la oxitocina provoca una fuerte sensación de apego y unión duradera con la pareja; y la testosterona aumenta el deseo y las ganas de tener más. Ya no basta con el placer que se experimenta, pues queremos ir más allá. Y no sólo son las hormonas. En los labios existen muchas terminaciones nerviosas que conducen a estímulos agradables.

El beso es la forma de conocimiento bioquímico más profunda, explica Kirshenbaum: "Se intercambian cientos de miles de bacterias y microorganismos diferentes, se queman quince calorías en unos minutos, se activan unos cuantos músculos y, si la cosa funciona, se liberan endorfinas en tal cantidad que el resultado inevitable es esa sensación de estar flotando en una burbuja fuera del mundo".

¿Por qué nos besamos?

Besarse es maravilloso, tan fabuloso que la mayoría de nosotros podemos recordar el 90% de los detalles de nuestro primer beso con alguien especial. El beso se presenta para el ser humano como el clímax de todas las grandes historias de amor de Hollywood, y es celebrado por cantantes y poetas por igual. Pero, ciertamente, el acto de besar se ha convertido en una ventaja para los humanos: si no tuviera un propósito evolutivo, simplemente no lo haríamos. Así que, como lo podrás comprobar, en un beso hay mucho más de lo que puedes imaginar.

Los besos (de cualquier tipo, ya sean promovidos por la conducta sexual, romántica o familiar) simplemente nos hacen sentir bien. Puedes agradecer a las muchas terminaciones nerviosas ubicadas en tus labios por hacer que los besos nos gusten tanto. Y es que, ¿sabías que tus labios tienen más terminaciones nerviosas que cualquier otra parte de tu cuerpo?. Cuando los presionas contra otro par de labios, o incluso sobre la piel cálida, la sensación que esto produce es de pura felicidad. Combina esto con el cóctel químico liberado durante los besos y obtendrás una receta que, seguramente, te brindará todas esas sensaciones que normalmente experimentas al besar.

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