El futuro de Neymar Jr. comienza a definirse bajo una lógica de precisión quirúrgica y deportiva. Tras ser el héroe silencioso en la salvación del Santos, el futbolista está a punto de sellar un acuerdo para permanecer en el club otros seis meses. Esta renovación, liderada por su padre y equipo de gestión, tiene un propósito claro: utilizar el primer semestre del próximo año como plataforma de lanzamiento para llegar en condiciones óptimas a la Copa del Mundo 2026.
Para asegurar este rendimiento de élite, la salud ha pasado a primer plano. Este lunes, el doctor Rodrigo Lasmar intervino la rodilla izquierda del jugador para corregir el menisco, una dolencia que Neymar arrastró voluntariamente para no abandonar al Santos en su lucha contra el descenso. Ahora, con un mes de recuperación por delante, el delantero podrá integrarse a los entrenamientos de enero con una articulación saneada y lista para la alta competencia.
El reto no es menor, considerando que la relación con la selección nacional bajo el mando de Carlo Ancelotti ha sido inexistente en el último año. Sin embargo, Neymar ha aprovechado sus recientes apariciones públicas para reafirmar su compromiso con la "Verdeamarela". Su promesa de entregarse al máximo y su desafío a los críticos para que lo evalúen en julio de 2026, demuestran que su mentalidad sigue enfocada en alcanzar la cima del fútbol global.
"Santos siempre va a ser mi prioridad", confesó el jugador, subrayando que su corazón permanece en Vila Belmiro a pesar de los rumores de salida. El acuerdo de seis meses beneficia a ambas partes: el club retiene a su máxima figura para la Sudamericana y el jugador mantiene la continuidad necesaria en un entorno que conoce a la perfección. Es una alianza de conveniencia y afecto que mira directamente hacia Norteamérica.
En definitiva, la operación de este lunes marca el inicio de la cuenta regresiva para el "Rey de los Meniscos". Neymar Jr. no solo busca sanar físicamente, sino reconectar con la afición y el seleccionador nacional. Con la mira puesta en 2026, el brasileño está dispuesto a transformar este proceso de rehabilitación en el cimiento de su última gran aventura futbolística, buscando ese título que aún le es esquivo.