La delegación mexicana se encuentra en un momento de gloria en los Juegos Sordolímpicos de Tokio 2025, al haber capturado ya dos preseas que las colocan en el foco internacional. La cosecha se reparte entre la pista y el tatami, mostrando el alto nivel competitivo de las representantes nacionales en este magno evento.
El logro más resonante fue la medalla de oro, la primera para el país, conseguida por la fondista Lourdes Ponce Juárez, oriunda del Estado de México. Ponce se coronó en la extenuante prueba de los 10,000 metros planos, marcando un imbatible tiempo de 36:17.07 minutos y superando a la finlandesa Sara-Elise Ruokonen (plata) y la keniata Serah Kimani (bronce).

Este metal dorado llega gracias a la preparación especializada de Ponce, quien realizó una etapa crucial de concentración en el Centro Paralímpico Mexicano (CEPAMEX) de la CONADE en marzo de este año. El arduo trabajo rindió frutos en Japón, asegurando una victoria histórica para el atletismo mexicano.
Por su parte, la experimentada judoca María Isabel Huitrón Ángeles en la categoría de 48 kilogramos agregó una valiosa medalla de plata al medallero. Con este resultado, Huitrón se consolida como una de las atletas más exitosas de la historia de México en estos juegos, sumando su tercer metal sordolímpico después de sus oros previos en Samsun 2017 y Caixas 2022.

En la misma prueba de 10,000 metros planos, Lucía Amador Anaya demostró la profundidad del talento nacional al ubicarse en la cuarta posición, a escasos segundos del podio, con un tiempo de 38:05.12 minutos. Con la participación de más de 3,000 atletas de 80 naciones, las competencias continuarán desarrollándose en la capital japonesa hasta el 26 de noviembre.



