Mike Tyson ha vuelto al centro del debate público, esta vez no para combatir a un rival, sino al sistema legal estadounidense. El exboxeador lidera un movimiento que pide reclasificar la marihuana, con el apoyo de reconocidos atletas y artistas, y el respaldo político.
En su intervención en Fox & Friends, Tyson se mostró crítico con la actual clasificación del cannabis como droga de alto riesgo. “Compararla con la heroína es un insulto a la inteligencia”, sentenció. Además, defendió el uso terapéutico del cannabis, señalando su impacto positivo entre deportistas de élite.
La coalición presentó una carta al gobierno estadounidense con tres solicitudes fundamentales: reclasificar la marihuana como sustancia de menor peligrosidad (Lista III), liberar a quienes están presos por delitos menores relacionados y permitir que los negocios del ramo accedan a la banca formal.
La industria cannábica no solo representa una fuente de ingresos significativa, estimada en más de 35 mil millones de dólares anuales, sino también una oportunidad para reparar fallos legales que han afectado desproporcionadamente a ciertos sectores sociales.
Tyson y otras figuras como Dez Bryant y Roy Jones Jr. ven esta campaña como un acto de justicia. No es solo un tema de salud o economía, sino de derechos civiles y equidad en la aplicación de la ley.