La capital de la India, Nueva Delhi, ha comenzado a aplicar un sistema de control en gasolineras y accesos urbanos, con el objetivo de vetar el repostaje y la entrada de los vehículos más contaminantes.
Esta medida representa un nuevo intento por hacer cumplir las restricciones aprobadas para frenar la polución en la ciudad de 30 millones de habitantes, que recientemente sufre episodios extremos de contaminación atmosférica y una alarmante calidad del aire, la cual resulta casi veinte veces por encima de los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con el Consejo Central de Control de la Contaminación de Nueva Delhi, el mecanismo combina cámaras de reconocimiento automático de matrículas, controles policiales y verificaciones del certificado de Control de la Contaminación, un documento obligatorio que acredita que cierto vehículo cumple los límites legales de emisiones.
Aunado a lo anterior, las autoridades locales desplegaron 580 agentes de policías distribuidos en 126 puntos de control, apoyados por 37 furgonetas especiales.



