No cabe duda que Oceanía es uno de los continentes más variados en cuanto a fauna se refiere. Cada día, sus sabanas sureñas esconden miles de especies fantásticas, entre ellas la egotelo de Nueva Caledonia.
Como una sombra de la noche, esta ave ronda la lejana isla de Melanesia. Sin embargo, para la comunidad científica representa todo un misterio, al punto de ganarse el sobrenombre de “fantasma”, pues las veces que los ornitólogos han logrado observarla son mínimas.
Según los datos recopilados hasta ahora, la egotelo de Nueva Caledonia (Aegotheles savesi) cuenta con un plumaje multicolor café, gris y negro, lo cual les permite esconderse perfectamente durante las noches y pasar desapercibidas cuando sale el Sol.
La especie fue descubierta en el año 1880, cerca de la capital de Nueva Caledonia. Desde entonces, son contados los ejemplares avistados. De hecho, la única pista sobre cómo podría lucir esta ave quedó inmortalizada en una ilustración que realizó Joseph Smith un año después del primer hallazgo.
Es importante mencionar que, actualmente, este espécimen forma parte de la lista de protección de especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en la categoría de peligro crítico, toda vez que por el momento únicamente se sabe de dos individuos, por lo que el número total es desconocido.
Aunado a ello, pese a su baja densidad poblacional, que no rebasa los 50 egotelos, todavía no existe un programa de conservación.