Aunque sus dimensiones abarcan apenas unos cuantos milímetros, la hormiga aguja asiática (Brachyponera chinensis) representa ahora una de las mayores amenazas médicas y ecológicas para Estados Unidos.
Así lo dio a conocer un reporte publicado en el portal The Independent, el cual advirtió que este insecto invasor se está extendiendo rápidamente por el este del país e incluso ya fue identificada en, al menos, 19 estados, destacando Carolina del Norte, Georgia, Alabama, Nueva York y Washington.
En entrevista para el medio citado, el entomólogo, Dan Suiter, explicó que la hormiga aguja asiática arribó a Estados Unidos en la década de 1930, pero fue ignorada durante años. Sin embargo, hoy día la historia es muy distinta, toda vez que las autoridades la consideran una plaga de “importancia médica”.
Lo que hace a esta especie particularmente peligrosa, reveló, no es sólo su capacidad para adaptarse a diversos hábitats, sino el efecto de su veneno. Y es que las personas picadas pueden sufrir desde vómitos y desmayos, hasta inflamación de la lengua y dificultades para respirar. En algunos casos, la reacción alérgica es tal que escala a un shock anafiláctico, poniendo en riesgo la vida de las víctimas.
Durante su temporada de enjambrazón, de primavera a finales de verano, las probabilidades de sufrir un ataque aumentan. Por ejemplo, las hembras aladas pueden aterrizar sobre las personas o quedar atrapadas en la ropa.
Al tratarse de una especie invasora, la hormiga aguja asiática también está alterando los ecosistemas forestales nacionales, atacando a otras especies de hormigas, algunas de las cuales cumplen funciones clave como la dispersión de semillas.
“Su capacidad para invadir hábitats naturales intactos, como los bosques templados, y su tolerancia a temperaturas más frías, hacen temer que pueden continuar su expansión hacia el norte del continente americano y potencialmente a otras regiones”, alertó Suiter.