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Como cada año cientos de fieles católicos se dieron cita en los principales templos e iglesias para ser parte de la celebración del Domingo de Ramos en el Valle de Toluca.

“Es una tradición en mi familia, venimos año con año para cumplir con la bendición de nuestro ramito”, comenta la señora Carmen.

Para algunas familias mexiquenses, el Domingo de Ramos marca una etapa para reflexionar y unirse por encima de sus diferencias.

“Como familia nos reunimos, sin embargo, es diferente ya que la Semana Santa nos llama a reflexionar, más que al descanso”.

Por su parte, las vendedoras de Palma señalaron que este año tuvieron un incremento del 80 por ciento en sus ventas.

“Si vimos mucho movimiento, vino mucha gente y pues la verdad ya nos hacía falta”.

Después de la contingencia sanitaria, algunos artesanos de la Palma principalmente de la zona norte de la capital mexiquense tuvieron que cambiar su giro ante las pocas ventas, sin embargo, este domingo le apostaron a volver a vender.

“Yo deje de vender los dos años de la contingencia y si perdí mucho, pero ahora le aposté a obtener algo de dinero y hasta ahorita si hemos tenido ventas, a ver que dice el resto del día”, comenta la señora Jacqueline.

Durante las posesiones de este domingo de Ramo se reportó saldo blanco en el Valle de Toluca.