Este lunes, cerca de 100 000 unidades económicas retomaron sus actividades comerciales y de servicios en el Estado de México, por disposición del Gobierno estatal ante la urgencia de reactivar la economía, aún estando en color rojo del semáforo de riesgo por COVID-19.
En la zona del Centro Histórico de la capital mexiquense, los negocios dedicados a la venta de ropa, calzado, accesorios, electrónicos, joyería, entre otros, acataron las principales disposiciones de los protocolos de higiene requeridos para prevenir los contagios del virus que los mantuvo paralizados por más de tres meses.
Te puede interesar: Comercios crean estrategias para incrementar sus ventas con miras a la reactivación
Señalización para una sana distancia, entradas y salidas exclusivas, tapetes sanitizantes, además de ver a los trabajadores utilizando caretas y cubrebocas, son algunas de las medidas adoptadas para la reapertura.
Te puede interesar: Negocios esperan superar crisis en las siguientes semanas
La asistencia de algunos clientes también fue perceptible durante el primer día de reapertura. A su ingreso, estos reciben gel antibacterial o desinfectante de manos; además, en algunos establecimientos deben someterse a la toma de temperatura, acción que busca detectar a personas con síntomas de la enfermedad.
Te puede interesar: Reactivan actividades pero mantienen semáforo rojo en Edomex
De acuerdo con Juan Felipe Chemor Sánchez, presidente de la Cámara Nacional de Comercio Servicios y Turismo del Valle de Toluca, hay negocios que aún permanecerán cerrados, algunos por complicaciones económicas y otros porque todavía se encuentran alistando sus protocolos; cuestión que se constató en la zona, donde aún se ven cortinas cerradas, mientras otros realizan preparativos de limpieza.
El representante de la Cámara señaló que, si bien, la reactivación del sector terciario es fundamental para la mejora económica de la entidad, el regreso será complejo, pues para seguir cumpliendo con gastos de renta, sueldos, servicios y mantenimiento para operar libres de COVID-19, se requiere del consumo, lo que en inicio esperan que sea “tibio” debido a las complejas condiciones económicas que atraviesan las familias.