Tras cuatro meses del cierre total por la emergencia sanitaria de COVID-19, 30% de los más de 10 000 establecimientos de bares, antros, billares y salones de baile en el Estado de México se encuentran en riesgo de cerrar definitivamente; cifra que irá en incremento durante el tiempo en que aún tardarán en poder reabrir.
Dichos giros podrán operar nuevamente hasta que el semáforo de riesgo epidemiológico se encuentre en color verde; situación que a decir de Patricio González Suárez, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes del Estado de México, podría demorar aún dos meses.
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González Suárez reconoció que la cifra del cierre definitivo será exacta hasta que vuelvan a operar y se pueda apreciar cuántos reabrieron y cuántas cortinas se quedarán abajo, pero resaltó que la estimación es del doble de la proyección de afectación para restaurantes.
“El cierre por seis meses sería el cierre definitivo de la gran mayoría, y mientras más tiempo estemos cerrados, más negocios se sumarán al cierre definitivo”, dijo.
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Para evitar más pérdidas, refirió que se encuentran en pláticas con la Secretaría de Desarrollo Económico para entablar la posibilidad de que su reapertura se adelante al color amarillo del semáforo, implementando más y estrictas medidas de prevención.
Entre los lineamientos específicos para no poner en riesgo la salud de los clientes, están la clausura de pistas de baile para evitar aglomeraciones y que el servicio, que es mayormente de bebidas, se brinde únicamente en mesas, no en barras, y operar bajo las medidas de seguridad e higiene exigidas por la autoridad.
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El representante de esta Asociación añadió que establecer esto en adelanto del semáforo brindaría mayor certeza a los empresarios del gremio, quienes aún se esfuerzan por mantener a sus plantillas laborales: “Si les decimos 'espérate, no habrás ahora, podrás abrir, con ciertas restricciones, en el semáforo amarillo', será un buen mensaje“.