La diputada morenista Beatriz García insistió en la necesidad de tipificar como delito el transfeminicidio y que se castigue como grave, dado que se trata de un crimen de odio.
Recordó que promovió una iniciativa en ese sentido, y aclaró que solo es "portavoz de quienes han vivido estas atrocidades, de quienes viven con miedo al salir a la calle y son víctimas de un crimen que en la actualidad ni siquiera cuenta con cifras reales”.
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Esta propuesta de reforma al Código Penal estatal se analiza de manera conjunta con otra del Partido Verde Ecologista de México, en materia de feminicidio, por lo que García Villegas recordó que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública cerró 2022 en primer lugar en el país en el delito de feminicidio.
“De los 947 presuntos delitos de feminicidio que tuvieron lugar a nivel nacional de enero a diciembre del año que acaba de pasar 138 pertenecen al Estado de México”.
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Sin embargo, enfatizó, en materia de transfeminicidios no hay cifras reales, si bien el Colectivo Trans famosas Toluca y Aliadas consideran que los ataques se incrementaron entre el 2021 y el 2022, lo que a su decir revela "la necesidad de cambiar la perspectiva con la que históricamente se ha abordado el tema de la violencia contra las mujeres trans”.
“En todo el país la mayoría de los asesinatos motivados por odio por el simple hecho de ser mujer trans no llega siquiera a reflejarse en una estadística”, lamentó.
Además, dijo, el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra las personas LGBTTTIQ+ informó en junio del 2021 que el 44.5 de los crímenes de odio registrados en México fueron cometidos contra mujeres trans, con un total de 209 asesinatos cometidos entre el 2014 y el 2020.
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“Se estima que el número de crímenes de odio podría ser hasta 3 veces mayor, dadas las condiciones en que se dan los reportes denuncias e investigaciones de este tipo de crímenes por parte de los cuerpos de seguridad”, apuntó.
Esta estimación, abundó, coincide con los datos aportados por el Observatorio Internacional Trans Murder Monitoring (TMM) que estima que tan solo en el 2017 y el 2018 se cometieron 71 asesinatos de personas trans en México. Mientras que solo en el 2022 el monitoreo de asesinatos de personas trans realizado por la organización Transgender Europe reportó 51 asesinatos de mujeres trans, situándolo solo por detrás de Brasil como el lugar más peligroso para ser una mujer trans en el mundo.
La ausencia de legislación en el país sobre esta materia, prosiguió, abona a que la investigación de los asesinatos de las mujeres trans esté sujeta a la interpretación de las autoridades institucionales, porque aun cuando estos delitos tengan datos de prueba como son: signos de violencia sexual, lesiones difamantes o denigrantes o que el asesinato haya sido cometido por una pareja sexoafectiva no puede ser catalogado como transfeminicidio.
Por ello, convocó a los diputados locales a “dejar atrás la óptica neoliberal y ser personas creativas, valientes y legislar con la finalidad de ponerle un fin a la violencia transfeminicida".
Este, consideró, no es solo un deber social o moral, "también un deber jurídico que cimbra nuestra realidad por la deuda histórica que tenemos con los colectivos LGBTTTIQ+ y más no se puede concebir una sociedad que priva de la vida a una mujer trans por solo ser una mujer y ser una mujer trans”.
Por lo pronto, las comisiones involucradas acordaron consultar a los titulares de las áreas operativas de la Fiscalía General de Justicia y Poder Judicial del Estado de México y áreas operativas gubernamentales que son competentes en el tema, para que enriquezcan ambas iniciativas.