Las calles de la capital mexiquense se han convertido en una oportunidad de sobrevivencia para los desterrados de sus hogares, aquellos que huyen de la violencia que se vive en otros estados, entre ellos niños.
Si bien se ha llegado a detectar más de 200 trabajando o marginales, actualmente en el municipio son alrededor de 80 de entre 7 y 14 años de edad los que piden limosnas, limpian parabrisas, hacen malabares o venden dulces en los cruceros.
Al respecto, Pedro Landeros Rodríguez, director general del sistema municipal DIF Toluca, destacó que no son niños de Toluca, sino provenientes -en su mayoría- de municipios como Otzolotepec y Xonacatlán.
"Los que son de Toluca son principalmente de la zona norte".
Hasta hace unos meses, comentó el director del DIF Toluca, había un programa estatal para atender a estos pequeños, sin embargo fue cerrado, por lo que lo retomó el ayuntamiento.
"Van y vienen, se van un tiempo y regresan, no siempre están porque van de municipio a municipio. si los niños nada más están con la mamá y no están vendiendo, sí podemos intervenir a través de la Procuraduría de la Defensa del Niño, Niña y Adolescente".
Dentro del programa, los pequeños tienen la oportunidad de salir de las calles para aprender un oficio como panadería o repostería, al que también pueden asistir sus padres.
El funcionario municipal señaló que este jueves se detectó a dos niños en las calles que anteriormente contaban con una Alerta Amber detonada por su desaparición, y aunque en una ocasión anterior regresaron al seno familiar, ayer en la madrugada ingresaron a un albergue del DIFEM.