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Publicado en VALLE DE MÉXICO

Feminicidios que destruyen familias

Lunes, 16 Diciembre 2019 11:41 Escrito por 

Ana María tenía dos hijos, dos hermanos, cuatro sobrinas pequeñas. Su fuente de ingresos era la vendimia: chamarras, pulseras, salsas, cualquier cosa la vendía.

El sábado 16 de febrero, tras acabar de discutir e intentar terminar su relación con Yair, su pareja sentimental por los últimos cuatro años, dejó ir a sus dos hijos adolescentes a una fiesta y ella partió a otra con sus amigas.

Ana no regresó por sus hijos para llevarlos a casa, como lo había prometido y jamás regresó a casa.

La familia de Ana comenzó una búsqueda a través de redes sociales y levantó un acta como desaparición en la Fiscalía de Texcoco, donde viven.

Su denuncia en redes sociales, ayudó a que les informaran del cuerpo de una mujer con rasgos similares, en Apizaco, Tlaxcala.

Luego de tres días de trámites tortuosos y contactar amistades para que les ayudaran, los restos de Ana les fueron entregados el 28 de febrero.

Peritajes de la Fiscalía de esa entidad señalaron que la mujer fue arrollada en varias ocasiones con su propio coche.

Al saber de la desaparición de Ana, la familia de Yair señaló que probablemente se encontraban juntos, y días después, también lo reportaron desaparecido.

Amigas de Ana y familiares declararon ante el Ministerio Público que su relación era difícil, pues continuamente la celaba y revisaba su celular.

Las investigaciones han estado paradas por 10 meses, por fata de coordinación entre los representantes sociales de Texcoco, donde residía la víctima y se reportó su desaparición, y Tlaxcala, donde su cuerpo y su vehículo fueron localizados.

Incluso, la muerte de Ana fue clasificada como un homicidio de tránsito y no como feminicidio.

"A todos nos quitaron algo, desde sus hijos, mis hijas a su tía consentidora, sus amigas Es un dolor tan fuerte que así vamos a vivir y así vive mucha más gente, no es posible", comenta Marimar, hermana de Ana.

Los hijos de Ana ni siquiera pudieron recibir atención psicológica del municipio, pues la Ministerio Público encargada del caso, Jennie Idania Ortiz Baehr, los revictimizó en varias ocasiones.

Bajo el pretexto de que debían superar la muerte de su madre, los obligó a borrar ubicaciones, mensajes de texto y otras evidencias que conservaban en sus celulares.

A la familia le ha sido negada hasta una copia de la carpeta de investigación, por no considerarlos víctimas; sólo han podido revisarla de forma presencial en la Fiscalía de Tlaxcala, a tres horas de su domicilio.

Apenas en septiembre, a su representante legal le dieron acceso a la investigación, pero le han negado diligencias como la geolocalización del teléfono de Ana y su pareja.

Fuentes extraoficiales informaron que el teléfono de Ana y el de su pareja, fueron ubicados en el mismo punto donde se presume ocurrieron los hechos.

La defensa de Ana solicitó un amparo por la obstrucción del acceso a la justicia por parte del MP, el cual está por resolverse.

Dice familia de Ana que ha visto a Yair
 
Yair Espinoza Vergara tiene 10 meses reportado como desaparecido ante la Fiscalía de Texcoco, pero la familia de Ana María, su ex pareja, lo ha visto en varias ocasiones.
 
El hombre fue reportado como desaparecido a la par de Ana, pese a que la familia había dicho antes que habían tenido contacto con él vía telefónica.
 
Cuando la familia de Ana María hizo formal su desaparición, la familia de Yair procedió también a levantar un acta.
 
Aunque es el principal sospechoso del asesinato de su ex pareja, pues testigos lo ubicaron con ella antes de su desaparición, el hombre no puede ser ni siquiera llamado a declarar, debido a que sigue considerado no localizado.
 
Familiares de Ana lo ha visto en varias ocasiones, conduciendo, afuera de su domicilio, vigilándolos cuando hacen visitas al Ministerio Público.
 
"Nos iban a dejar a la escuela y al dar la vuelta, él iba de regreso a su casa y cuando vio la camioneta lo único que hizo fue ponerse la capucha y agacharse y dar la vuelta", cuenta Mariana, hija de Ana.
 
Su abuela, Guadalupe Nieves, teme por la seguridad de su familia, pues ya le fue arrebatada su hija mayor.
 
"El papá de mis hijos me comenta que cerca de donde viven ellos, llega a la esquina y ahí se les para, junto con el hermano y yo temo por mis nietos", expresó la madre de Ana.
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