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Publicado en ESTILO DE VIDA

¿Comer antes de dormir es malo? Descubre si afecta tu sueño y peso

Viernes, 03 Noviembre 2023 00:01 Escrito por 

Para muchos de nosotros, comer antes de dormir, aunque sea un snack pequeño, es una parte esencial de nuestro ritual nocturno. Tomar un café con pan o comer una sincronizada antes de acostarse es mucho mejor que intentar dormir con el estómago vacío. Y, por supuesto, también hay algo a favor de terminar un mal día con helado o tacos al pastor.

Al mismo tiempo, es posible que hayas oído tips que desaconsejan comer por la noche porque es malo para la digestión, el sueño o el peso. Pues bien, antes de que pienses en renunciar a tu adorada rutina nocturna (o a tu espontáneo picnic de medianoche), echemos un vistazo a los efectos que comer antes de acostarse puede tener realmente en tu salud.

Comer antes de dormir y la digestión

Aunque nuestro cuerpo es perfectamente capaz de hacer dos cosas a la vez (dormir y digerir, en este caso), acostarse justo después de un festín de comida no es lo ideal para muchas personas debido a la configuración del tracto gastrointestinal (GI).

Entre el estómago y el esófago (el conducto que lleva los alimentos de la boca al estómago) hay una válvula muscular llamada esfínter esofágico inferior, según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK). A veces esta válvula permanece abierta, permitiendo que el contenido del estómago y los jugos digestivos vuelvan al esófago y causen irritación, explica a SELF el doctor Scott Gabbard, gastroenterólogo de la Clínica Cleveland. Esa desagradable sensación de ardor (y a veces de sabor) en la garganta y/o el pecho, se conoce como reflujo gastroesofágico (es decir, reflujo ácido o acidez estomacal).

Según la Clínica Mayo, el ardor de estómago puede desencadenarse por varias causas, como comer y luego acostarse. Cuando te tumbas horizontalmente con el estómago lleno ‘pierdes el efecto de la gravedad que ayuda a mantener el contenido del estómago hacia abajo’, explica el Dr. Gabbard, lo que provoca este reflujo. Todo el mundo puede tener ardor de estómago de vez en cuando, pero si lo tienes más de dos veces por semana podrías padecer lo que se denomina enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.

Otro riesgo de las comidas nocturnas es la dispepsia, más comúnmente conocida como indigestión o malestar estomacal. Se trata de un conjunto de síntomas (como dolor de estómago, náuseas, sensación de saciedad incómoda o muy rápida, e hinchazón o ardor en la parte superior del abdomen) que suelen desencadenarse por comer deprisa; comer en exceso; ingerir alimentos grasos, grasientos o picantes; o tomar demasiadas bebidas con cafeína, alcohol o gas, según el NIDDK.

Al igual que ocurre con el ardor de estómago, la indigestión leve u ocasional no suele ser motivo de preocupación. Si dura más de dos semanas o va acompañada de otros síntomas, es buena idea consultar a un médico que pueda ayudarte a averiguar si tienes un problema digestivo subyacente, como gastritis, o dispepsia funcional, que es crónica y no tiene una causa subyacente, según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK).

Pero tanto si padeces reflujo ácido o indigestión ocasional crónica, ‘ingerir una comida sustanciosa antes de acostarse podría empeorar los síntomas existentes’, afirma el Dr. Gabbard. Por eso, el NIDDK aconseja evitar comer tarde por la noche y esperar dos o tres horas para acostarse después de comer.

Ten en cuenta también el tamaño y el contenido de tu tentempié o comida nocturna si experimentas alguno de estos problemas. Las comidas vastas tardan más en digerirse que los snacks ligeros, explica el Dr. Gabbard, y cuanto más lleno esté el estómago, más tiempo tardará en descomponerse y más probabilidades tendrá de sufrir ERGE o dispepsia. Algunos alimentos tardan más en digerirse que otros, como los ricos en fibra o grasa.

Los alimentos picantes y ácidos también pueden agravar el reflujo ácido y la indigestión, según el NIDDK.

Así que, en general, por el bien de tu estómago, el tentempié nocturno ideal es uno más pequeño, más suave, con menos grasa y fibra, y que se coma un par de horas antes de acostarse. Por supuesto, si estos cambios no le ayudan, consulta a tu médico porque existen otras modificaciones del estilo de vida y medicamentos disponibles.

Fuente: glamour.mx

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