Ante la creciente preocupación por el impacto de la moda sobre el clima y el greenwashing de marcas, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Carta de la Moda, establecida con el apoyo de ONU Cambio Climático, han lanzado el Manual de Comunicación sobre Moda Sostenible.
Se trata de "una guía para que los comunicadores de la industria mundial de la moda orienten sus esfuerzos hacia los objetivos de sostenibilidad, incorporando tanto factores medioambientales como sociales". En la práctica, esto significa que se pide a los encargados de comunicarse con los consumidores en el sector de la moda que dejen de promover un consumo cada vez más insostenible y se unan al programa utilizando su experiencia para promover un enfoque más positivo para el planeta.
El manual llama la atención sobre "el papel de los profesionales del marketing, los gestores de marcas, los creadores de imágenes, los narradores de historias, los medios de comunicación, los influencers y otros". Muestra a los comunicadores "cómo actuar contrarrestando la desinformación, reduciendo los mensajes que perpetúan el consumo excesivo, reorientando las aspiraciones hacia estilos de vida más sostenibles y empoderando a los consumidores para que exijan a las empresas y a los responsables políticos más acciones".
El objetivo último es "ayudar a los comunicadores a descubrir cómo pueden contribuir a disociar la creación de valor de la extracción de recursos y el crecimiento del volumen, mejorando al mismo tiempo el bienestar".
Es un paso necesario porque la moda es responsable de hasta el 8 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, además de tener un importante impacto en la contaminación, la extracción de agua y la biodiversidad.
El sector consume 215 billones de litros de agua al año y es responsable del 9 % de la liberación anual de microplásticos en los océanos. Además del impacto en el planeta, también está la cuestión de la injusticia social global a la que contribuye el modelo de consumo excesivo de la moda. Se trata de un enfoque interesante para la ONU, ya que, además del problema del "greenwashing", se suele pasar por alto el importante papel del ejército de comunicación de la moda en el camino hacia una industria más limpia y ética.
El Manual de Comunicación sobre Moda Sostenible "reconoce el poder del motor de marketing de la moda y el importante papel que juega sobre la creación del deseo, las aspiraciones y los niveles de consumo". Presenta la necesidad de dirigir esos esfuerzos hacia soluciones sostenibles y circulares como una oportunidad creativa. Proporciona un "marco muy necesario ahora que entran en vigor cada vez más políticas sobre cómo expresar las reivindicaciones medioambientales. Mediante el uso de sus habilidades, los comunicadores pueden ser parte de la solución en lugar de contribuir al problema". Daniel Cooney, director de comunicación del PNUMA, ha declarado:
"El equilibrio entre la ciencia de la sostenibilidad y la reimaginación de la narrativa de la moda es el punto en que los comunicadores pueden destacar. Las historias que cuenta la moda tienen mucho poder. Para que el sector de la moda cumpla sus objetivos de sostenibilidad, necesitamos que el enorme motor de marketing reoriente sus esfuerzos hacia el consumo sostenible. Pero existe un notable vacío de participación en este cambio por parte de los actores de la comunicación.
El Manual de Comunicación sobre Moda Sostenible es la guía práctica que se necesita. Y lo que es más importante, pone de relieve el enorme margen de creatividad que existe para imaginar y hacer realidad el mundo en el que queremos vivir". El manual se ha elaborado "consultando a las partes interesadas del sector de la moda que desean introducir cambios a este nivel", y ofrece escenarios de ejemplo, listas de lo que se debe y no se debe hacer y estudios de casos como ejemplos de buenas prácticas.
Abarca ámbitos como el liderazgo científico, "reconociendo la importancia de traducir la información técnica y científica en mensajes creíbles y significativos"; el cambio de comportamientos y prácticas "para orientar a los consumidores hacia soluciones circulares y de menor impacto, como la reparación y la reutilización, ayudando a normalizar los comportamientos sostenibles"; centrarse en la necesidad de que los modelos de conducta ayuden a retratar modelos alternativos de estatus y éxito, desvinculando la identidad de la novedad y recalibrando lo que se considera aspiracional para un futuro sostenible a prueba de la sociedad; y demostrar que los comunicadores pueden formar a los consumidores para que exijan más implicación tanto de las empresas como de los responsables políticos".
Fuente: mx.fashionnetwork.com