Este lunes, las autoridades de China anunciaron la finalización de la constelación BeiDou, un sistema global de geolicalización que competirá cara a cara con el Sistema de Posicionamiento Global, mejor conocido como GPS.
Por su traducción al español “Osa Mayor”, esta red se conforma de un total de 30 satélites operativos, los cuales fueron lanzados y colocados en órbita geoestacionaria a fin de proporcionar una cobertura mundial de alta precisión.
Para el gigante asiático, no se trata sólo de un paso adelante, sino el cierre de un proyecto que comenzó hace ya varias décadas, cuando se dio cuenta que depender del GPS, de origen estadounidense, representaba una vulnerabilidad estratégica.
En ese sentido, de ahora en adelante China ofrecerá una medida concreta de la amplia integración de BeiDou en la vida tanto civil como industrial y militar. Millones de camiones, taxis, autobuses y vehículos eléctricos emplearán el sistema para la navegación y el seguimiento en tiempo real; pero el ecosistema también estará ampliamente integrado en la agricultura de la precisión (tractores automatizados y drones).
De igual manera, se prevé que robots y flotas de reparto rastreen cada paquete por metros; mientras que los sistemas bancarios y de telecomunicaciones usen el reloj atómico para la sincronización de redes.
Vale la pena mencionar que, mediante acuerdos con más de 120 países, BeiDou podría consilidarse en el mediano plazo como el estándar alternativo no sólo en Asia, sino también en África, Medio Oriente e, incluso, América Latina.