Fue la última voluntad de Chris Wenzel, famoso tatuador canadiense. Una empresa estadounidense se encargó del procedimiento a cambio de unos 80.000 dólares
Como habría pasado a inicios del siglo XX, esta pirámide ubicada en el corazón de la selva chiapaneca, estaba oculta bajo montones de tierra, haciéndola lucir como un cerro más.