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Publicado en DEPORTES

José Pedraza, el hombre que hizo que todo México se fijara en la marcha

Martes, 07 Abril 2020 15:24 Escrito por 

En 1982, Joel Sánchez Guerrero inició, en Tlalnepantla y mano a mano con su hermano Víctor Sánchez Guerrero, una carrera deportiva que culminaría de manera exitosa en el año 2000, cuando obtuvo la medalla de bronce en los 50 kilómetros de marcha en los Juegos Olímpicos de Sídney, prolongando el legado heredado de los medallistas José “El Sargento” Pedraza, en la olimpiada de México 1968, y Daniel Bautista, en Montreal 1976.

“Desde que ganó "El Sargento" Pedraza en 1968, la marcha fue conocida y agarró sabor. Empezaron a surgir muchos elementos; tan es así que en 1976 Daniel Bautista ganó la medalla de oro. De 1976 a 1980 entra en auge, y en 1984 yo ya tenía dos años de estar entrenando. Me pegué al equipo que tenía mi hermano, aquí en Tlalnepantla; así inicié. Al final de ese año, nos integramos al equipo nacional, con el maestro Jerzey Hausleber, quien nos dio la oportunidad de realizar entrenamientos específicos, que ya se habían implementado durante 15 años”, declaró.

El medallista mexiquense explicó que en esa época todos querían iniciar una carrera deportiva en el fútbol, pero que él había conocido una disciplina que pronto le trajo grandes triunfos y lo encaminó a la justa olímpica.

“Tras dos años, empiezo a hacer mis pininos como juvenil, en el Campeonato Centroamericano en San Juan de Puerto Rico. Eso me dio la pauta para dar continuidad, y en 1988 me estrené en los Juegos Olímpicos de Seúl. De ahí, pasaron seis años para volver a calificar”, recordó el exandarín.

Luego de 12 años y dos justas veraniegas en las que la marcha atlética fue la única disciplina en entregar preseas al país, por conducto de los también mexiquenses Carlos Mercenario Carbajal, en Barcelona 1992, y Bernardo Segura Rivera, en Atlanta 1996, llegó un gran momento para la caminata nacional en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000.

“En el año 2000 se ganaron tres medallas; yo gané la de los 50 kilómetros, Noé Hernández la de plata en los 20 y se perdió la de oro de Bernardo Segura. Vimos que existe una trascendencia generacional de la marcha”, afirmó Sánchez Guerrero.

Acerca de un punto clave para llevarse la presea en la prueba más larga que el atletismo tiene en el calendario olímpico, Joel consideró “quien marca el momento es Noé Hernández, fue cuando dije ‘él ya lo hizo, si él puede, por qué yo no’. Ese fue un momento muy interesante de los Juegos Olímpicos.

En el caso de los 50 kilómetros, significó para México la oportunidad de meterse en el medallero. Todos habíamos hecho el trabajo en Bolivia, entonces no había algo que fuera tan diferente. Creo que esa fue la parte más interesante”.

El medallista declaró que fueron muchos años de ardua labor y puntualizó que lo único que tiene que hacer es perseverar.
“Uno de los principios generales es que si tú trabajas igual, vas a obtener resultados iguales. Entonces, creo que los primeros 10 años hice eso, y los segundos cambié mi estilo de actuar. Eso hizo la diferencia en grande”.

Luego de casi dos décadas en las que se dedicó de manera exclusiva a la marcha, y tras casi 20 años después de su retiro, le guarda un gran cariño a esta disciplina.

“Lo más bonito es que cumplí con el sueño que tenía trazado; se dio porque luché por él”, finalizó.

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