Un nuevo estudio realizado por el Instituto de Investigación Sant Joan de Déu, España, demostró que la contaminación atmosférica está aumentando el riesgo de que los niños sufran de problemas emocionales como depresión y ansiedad.
Para llegar a esta conclusión, el equipo involucrado contó con la participación de más de 4 mil niños y adolescentes, de ambos sexos, de entre 5 y 10 años, quienes actualmente estudian en institutos de Cataluña.
Por un lado, estudiaron su exposición a varios contaminantes del aire, como el dióxido de carbono (CO2) y las partículas en suspensión, así como la proximidad de espacios verdes a los centros educativos.
Mientras que por el otro, analizaron, mediante cuestionarios a las familias, la salud mental de cada infante, a la par de estudiar los efectos de la exposición a la contaminación y la proximidad a espacios verdes durante periodos de entre uno y cuatro años antes de la evaluación de los problemas emocionales y de conducta.
De esta manera, los autores concluyeron que la exposición a la contaminación atmosférica, especialmente a las partículas PM10, se relaciona a un mayor riesgo de sufrir problemas emocionales como ansiedad y depresión. Sin embargo, lo anterior puede prevenirse con visitas a zonas verdes, las cuales reducen en gran nivel los niveles de estrés y favorecen la actividad física, la interacción social y el juego al aire libre.