Un nuevo estudio internacional presentado este martes reveló que la minería en Brasil no está funcionando para fomentar el desarrollo económico a nivel nacional; en cambio, causa daños medioambientales al impulsar la deforestación a través de la minería informal.
Para llegar a estos resultados, el Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA), la Universidad Económica de Viena y la Universidad de San Pablo analizaron los efectos tanto económicos como medioambientales de esta actividad a largo plazo en 5 mil municipios de aquel país sudamericano.
“Tras examinar los diferentes tipos de minería en Brasil: la industrial, operada por empresas y con permisos legales; y la minería `garimpo´ (informal), que está estrechamente relacionada a la deforestación, nos dimos cuenta que, en muchos casos, el impulso económico de esta actividad es de corta duración y suele venir acompañado de un daño ambiental duradero”, indicó el autor principal, Sebastian Luckeneder.
“Si bien en el caso de la minería industrial genera crecimiento económico casi inmediato, estos beneficios suelen desaparecer. En algunas regiones, incluso, observamos señales de declive económico, tanto en las zonas mineras como en los municipios vecinos”, expuso.
Ante tal escenario, el equipo hizo un llamado a los responsables políticos a imponer regulaciones más estrictas a la minería, especialmente en ecosistemas vulnerables como el Amazonas.
“No cabe duda de que la minería seguirá siendo necesaria para el suministro de materias primas, pero debemos dejar de tratarla como una `solución mágica´ para el desarrollo económico”, concluyó el experto.