Después de siete días de negociaciones y bajo una fuerte presión por parte de activistas e indígenas de la Amazonía, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), con sede en la ciudad brasileña de Belém, acaba de entrar en su etapa más decisiva.

Y es que durante el transcurso de la semana, los ministros asumirán el mando de las pláticas que, a nivel técnico, han avanzado poco en los temas de mayor importancia, tales como la financiación de los países ricos a los de en desarrollo y la inclusión de nuevas metas de reducción de emisiones dentro de la agenda oficial.

Para agilizar los procesos, el Gobierno de Brasil optó por designar a diferentes ministros extranjeros para que fungan como facilitadores al momento de abordar los apartados de finanzas, tecnología, género y el denominado “balance mundial”, el cual mide los progresos en el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París (2015).
Por ejemplo, Alicia Bárcena, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), será una de las facilitadoras en transición justa.