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A través de un comunicado, la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema) detalló que el espécimen en cuestión fue bautizado como Phyllodonta coztomatlivora y su descubrimiento fue posible gracias al apoyo del Laboratorio de Sistemática de Polillas durante trabajos de campo realizados el año pasado en aquella Área Natural Protegida.

Si bien la comunidad científica sabía que estos insectos se apoyan del campo magnético de la Tierra para realizar este épico y nocturno viaje, el cómo se orientaban era uno de los grandes misterios de la naturaleza…hasta ahora.

Hasta hace poco nadie se explicaba cómo era que la “esfinge de la calavera”, llamada así por el patrón de cráneo y huesos cruzados que lleva en la cabeza, producía su característico sonido.

Este insecto cuenta con un método sofisticado para defenderse de sus predadores: una especie de máscara con una apariencia similar a una calavera.

Las imágenes que circularon en internet pertenecen a una polilla gigante, cuyo nombre científico es Antheraea polyphemus.

Las autoridades planean fumigar el área con un insecticida hecho a base de bacterias para evitar una infestación a gran escala.