De acuerdo con el documento técnico-científico aprobado, esta especie presentó una reducción del tamaño de sus poblaciones mayor al 50% y menor al 80% durante los últimos 51 años, lo que equivale a tres generaciones.
El trabajo, publicado en el portal especializado American Museum Novivates, señala que el espécimen en cuestión era un animal desconocido para la ciencia, pues cuenta con una estructura corporal distinta y rasgos visibles singulares.
En ese sentido, explicó que ya tienen un plan para recuperar a esta especie de cuello largo, conocida científicamente como Dinornis robustus, el cual consistirá en modificar genéticamente a sus parientes vivos más cercanos con ayuda del Centro de Investigación Ngai Tahu, ubicada en la Universidad neozelandesa de Canterbury.
Según advierte la presente investigación, esta extinción acabará con algunos de los especímenes más singulares distribuidos por todo el planeta, como el cóndor andino; el albatros errante; el aguilucho secretario; el picozapato; el guacamayo de lear; y el pingüino de Galápagos, entre otros más.
Se trata del segundo individuo avistado en lo que va del 2025, el cual pertenece a una especie endémica de México que hasta hace poco se creía extinta, pues durante más de 120 años no se registraron avistamientos científicos confirmados
La organización conservacionista internacional culpa de esta situación a los efectos del cambio climático; las especies invasoras; y las actividades humanas, como el comercio ilegal y la expansión de infraestructura.
Según investigaciones, la última vez que se le vio con vida fue en el año 1907 cerca de Tararua Ranges, área ubicada entre montañas de aquel país del océano Pacífico.
Para considerar al lince ibérico como una especie fuera de peligro de manera definitiva se necesitan alrededor de 750 hembras reproducturas o territoriales
Recientemente un grupo de científicos aseguró que a nuestra especie le está tocando experimentar lo que sería la sexta extinción masiva
