Tras conseguir exitosamente el regreso del lobo terrible en abril pasado, la empresa Colossal Biosciences tiene claro su próximo objetivo.
Este viernes, su director ejecutivo, Ben Lamm, confirmó que intentarán desextinguir a la moa, un ave gigante no voladora que desapareció hace más de 600 años debido, entre otros factores, a la llegada de los primeros seres humanos a las dos islas principales de Nueva Zelanda.
En ese sentido, explicó que ya tienen un plan para recuperar a esta especie de cuello largo, conocida científicamente como Dinornis robustus, el cual consistirá en modificar genéticamente a sus parientes vivos más cercanos con ayuda del Centro de Investigación Ngai Tahu, ubicada en la Universidad neozelandesa de Canterbury.
“El primer paso será la recuperación y análisis de ADN de nueve especies de moa para entender cómo se diferenciaba de sus parientes, tanto actuales como extintos, y con ello descifrar su composición genética”, detalló Lamm.
“Habrá muchísimo conocimiento que se descubrirá y compartirá en el camino hacia el regreso de la icónica moa”, aseguró.