En lo que va del año, España ha enfrentado numerosos incendios forestales; sin embargo, con la llegada del verano, los siniestros se multiplicaron y durante la última semana arrasaron con miles de hectáreas en las zonas de Ourense, Zamora y Cáceres.
Ante tal situación, los equipos españoles de emergencia tuvieron que recurrir a unos inesperados pero útiles aliados para mitigar las llamas: burros bomberos.
Así como lo lees. El equipo de asnos, conformado por 18 ejemplares, opera mediante un sistema de vallas móviles que se instalan en zonas boscosas de aproximadamente 40 metros de largo por 15 de ancho. Dentro de estos recintos, los animales, bajo vigilancia y con acceso a agua fresca, se encargan de eliminar aquella vegetación que podría servir de combustible al fuego.
Una vez despejada una franja, las rejas se trasladan hacia otras áreas, generando así una red de cortafuegos que actúa como barrera natural.
Para Lara Gutiérrez, presidenta fundadora de la asociación especializada Burru, la eficacia de este inusual método ha sido reconocido por la Comunidad Europea, toda vez que los burros suelen soportar de mejor manera la escasez de agua y pueden desplazarse con mayor agilidad por terrenos donde ovejas, cabras u otras especies resultarían lastimadas.
Por si fuera poco, explica, su impacto ambiental es menor, ya que no compactan el suelo como el ganado pesado. Mientras que su temperamento tranquilo y su resistencia a diferentes enfermedades y al estrés térmico los convierten en una opción ideal para realizar tareas prolongadas en condiciones adversas.