Recientemente, fue lanzado a la órbita un nuevo satélite del Proyecto ICARUS (Cooperación Internacional para la Investigación Animal Utilizando el Espacio, por sus siglas en inglés), el cual tendrá el objetivo de monitorear en tiempo real a miles de especies animales alrededor de la Tierra, marcando así el inicio de otra etapa en el seguimiento de ejemplares no humanos a escala global.

Desarrollado tras una pausa de tres años en el programa, este dispositivo de última generación integra una tecnología que le permite observar desde el espacio el movimiento, la salud y las condiciones ambientales de ejemplares en diversos rincones de nuestro planeta.
En entrevista para la revista National Geographic, Martin Wikelski, miembro de ICARUS, explicó que el último lanzamiento forma parte de una expansión de satélites con miras al 2027, a fin de alcanzar hasta seis dispositivos en órbita.

“El propósito central del Proyecto ICARUS va más allá de trazar rutas migratorias. Nosotros como científicos buscamos comprender cómo los desplazamientos animales pueden anticipar fenómenos como cambios climáticos, brotes de enfermedades o desastres naturales”, señaló.
“Para lograr estas y otras metas, necesitamos un nuevo sistema de observación terrestre para la vida misma”, aseguró.