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Publicado en VIDA SALVAJE

Manipulación genética da como resultado un embrión de ratón con ¡6 patas!

Viernes, 12 Abril 2024 00:01 Escrito por 
Manipularon genéticamente ratones para demostrar cómo la desactivación de ciertos genes Manipularon genéticamente ratones para demostrar cómo la desactivación de ciertos genes

Investigadores del Instituto Gulbenkian de Ciencia, en Portugal, manipularon genéticamente ratones para demostrar cómo la desactivación de ciertos genes afecta el desarrollo de la espina dorsal. Sin embargo, el experimento arrojó un embrión sin genitales y la aparición de cuatro patas traseras.

Para llegar a este resultado, el equipo desactivó el Tgfbr1, un gen que afecta el crecimiento embrionario, el cual está ligado a la proteína TGF-B. Dicha macromolécula desempeña un papel importante en la regulación del aumento celular.

Una manera de ejemplificar cómo funcionan Tgfbr1 y TGF-B sería imaginando que las células de nuestro cuerpo se comunican utilizando señales cargadas de información que les dice qué hacer. Cuando Tgfbr1 no está desactivado, ayuda a procesar la señal de TGF-B, traduciendo bien su información e indicando al cuerpo de qué forma repartir las células de crecimiento.

En la presente investigación, los autores intentaron “apagar” Tgfbr1 en las extremidades traseras de los ratones sometidos a las pruebas. Al hacerlo, pudieron observar de primera mano cómo este gen se involucra en el crecimiento de las patas y sus implicaciones en caso de fallar.

Lo anterior provocó el crecimiento anómalo de un par de patas extras en el embrión de ratón, directamente en la zona donde deberían desarrollarse sus genitales. Según el estudio, la desactivación de la proteína cambió la forma en que se reparte la estructura y funcionalidades de las partes inferiores del roedor, resultando en extremidades adicionales con ausencia de genitales externos.

“La ciencia conoce desde hace tiempo que tanto los genitales externos (pene o clítoris) como las extremidades traseras se desarrollan a partir de las mismas estructuras primordiales. La desactivación de Tgfbr1 cambió la forma en que se activan otros genes para construir el cuerpo del ratón”, se lee en el artículo publicado en Nature.

“Nuestra investigación apunta a desarrollar teorías y procesos para comprender mejor las malformaciones congénitas y enfermedades como el cáncer metastásico o la función inmune en humanos. De esa manera, podrían crearse estrategias de tratamiento y prevención en el futuro”, concluye.

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