Este próximo viernes 24 de octubre, Graciela Iturbide recibirá el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2025, por lo que la fotógrafa mexicana arribó a España para cumplir con una serie de compromisos previos a la ceremonia.
Uno de ellos tuvo lugar en las instalaciones de la Escuela de Arte de Oviedo, donde la originaria de la Ciudad de México sostuvo un encuentro con alumnos y recorrió el laboratorio fotográfico de dicha institución, en el cual reconoció que, para ella, fotografiar es un “vicio” y un “ritual”.
Acto siguiente, Iturbide se trasladó a una zona habilitada del colegio para inaugurar una exposición organizada por la Fundación Princesa de Asturias, la cual muestra 173 de sus imágenes. Ahí, contó que tras verse influenciada por el fotógrafo mexicano Manuel Álvarez Bravo, intenta retratar lo que su ojo “ve” y su corazón “siente”.
“Mi cámara me ayudó a conocer mi país. Quise conocer a las comunidades indígenas para aprender de ellas. Algunos piensan que voy a robarles el alma, pero yo los considero amigos e incluso hermanos”, aseguró la profesional de la lente.
“Nunca tomo fotografías con teleobjetivo ni flash porque no quiero sorprender a la gente. Tampoco capto imágenes cuando me percato de que las personas me hacen caras como muestras de desaprobación”, reveló.
Finalmente, Iturbide definió los momentos decisivos en una fotografía: uno, “cuando aprietas el botón”, y el otro “cuando al ver los trabajos percibes momentos que no has visto en el instante de capturar la imagen”.
*Fuente: El Universal