Tras la veda al comercio ambulante que estableció el ayuntamiento de Toluca, ni tardos ni perezosos se reinstalaron los comerciantes informales en las inmediaciones de la colonia Valle Verde, regresando a las prácticas perpetuadas.
Las calles más afectadas con la presencia de este tipo de comercio son Isidro Fabela, donde las banquetas se convierten en tianguis, mientras que en las calles Salinas, Iztaccíhuatl y Pico de Orizaba, la situación llega a ser tan radical que apenas pueden circular los autos, ya que parecen estar cerradas por los puestos, todos los días.
En la zona lo mismo se vende en estos puestos improvisados comida, ropa, juguetes, electrónicos, por lo que los locatarios de Isidro Fabela y el Mercado Juárez reclaman una pérdida sostenida de clientes.
“Antes aquí se vendía bien, pero los ambulantes vinieron a quitarnos muchos clientes que de plano ya ni entran a las naves, no es justo que ni en diciembre ni ahora podamos ejercer nuestro derecho como comerciantes que sí pagamos nuestros impuestos”, mencionaron.
Con esto, lamentaron que continuará la fea imagen la zona lo que ahuyenta a nuevos clientes en una economía lastimada por distintos factores.
El 16 de diciembre se anunció una revocación de todos los permisos de temporada debido a una veda al ambulante que será efectiva hasta el 7 de enero próximo, pero ni un día tardaron en regresar.
Por su parte, los ambulantes refirieron que esta sedas les han ocasionado pérdidas importantes a la mayoría, puesto que viven prácticamente al día.
“Dicen que somos una mafia, pero la verdad es que muchos venimos aquí a tratar de ganar algo para comer, para vivir, como todo todos”.
Finalmente, los comerciantes establecidos señalaron que si bien todos tienen derecho a buscar su trabajo y ganarse la vida, no pueden convivir en un mismo espacio la legalidad y la ilegalidad, por lo que exigen que el ayuntamiento tome acción en la zona.
