Un millón 122 000 verificaciones a automóviles han dejado de realizarse en el Estado de México debido al cierre de los establecimientos desde el 24 de marzo, a causa de la emergencia sanitaria actual, lo que representa pérdidas económicas por más de 600 millones de pesos.
Tras 72 días sin percibir ingresos, María de Lourdes Campos Medina, recién nombrada presidenta de la Asociación de Verificentros del Valle de Toluca, señaló que el sector de verificación de automóviles se ubica como uno de los más afectados, pues a pesar del cierre continúan pagando rentas, servicios de luz, el mantenimiento del equipo y el pago de nóminas.
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“Es evidente que la cuestión de salud y seguridad de la población es priotitaria en este momento, pero el sector fue uno de los primeros que se paralizó y seguimos pagando gastos fijos; más aún, el mantenimiento de equipos y calibraciones para que la garantía mantenga vigencia”, dijo.
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Sin embargo, resaltó que los dueños de los más de cien verificentros mexiquenses se esfuerzan por mantener a sus plantillas laborales, que son cerca de veinte por establecimiento, y así poder reabrir en cuanto el semáforo de alerta en la entidad pase a color amarillo.
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Al no haber fecha estimada de reapertura, añadió que buscarán con autoridades estatales que durante el segundo semestre del año se les permita utilizar los hologramas adquiridos en enero, ya que las inversiones en calcomanías son bastante considerables.