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Publicado en EL BUEN COMER

San Luis Potosí y sus vinos emergentes en el mercado mexicano

Martes, 13 Abril 2021 00:01 Escrito por 

Cava Quintanilla y Pozo de Luna han colocado a San Luis Potosí en el mapa del vino mexicano. Descubre sus terruños y etiquetas más emblemáticas.

DEL TERRUÑO POTOSINO

Hasta hace algunos años, los enófilos no tenían en el radar esta tierra árida, famosa por sus pozas y su zacahuil. A punta de medallas y reconocimientos, San Luis Potosí comenzó a surcar brecha entre los amantes del vino.

Cierto, no es la primera vez que las vides echan raíces en esta región; su historia vinícola se remonta a tiempos coloniales. Sin embargo, en éste y otros terruños, las restricciones a este cultivo impuestas por la Corona detuvieron súbitamente el desarrollo enológico.

Para beneplácito de los amantes del vino mexicano, durante la última década, dos bodegas han forjado a paso firme la nueva historia vinícola de San Luis Potosí.

“Es bastante desconocido este terruño y, luego de una carrera por México, lo considero uno de los mejores”, asegura Matías Utrero, enólogo de Cava Quintanilla, quien acumula experiencia en Coahuila, Querétaro, Guanajuato y Baja California.

Un clima semidesértico con escasas lluvias, una altura promedio de 1700 msnm y un enorme diferencial térmico (más 30 grados de variación entre el día y la noche) son factores que favorecen a la vitis vinífera en esta región.

“La escasez de lluvias es muy buena para el viñedo, porque prácticamente no tenemos riesgo de desarrollo de hongos en la fruta”.

“Sumado a esto tenemos muchísima radiación solar, que favorece a las uvas tintas y su maduración fenólica”, describe Utrero.

Además de cepas clásicas, como Cabernet Sauvignon, Merlot y Chardonnay, en terruños potosinos pueden encontrarse variedades menos exploradas en el resto de México, como Gewürztraminer, Cabernet Franc,  Pinot Noir y hasta Nieluccio (hermana de la Sangiovese, en un viñedo experimental de Cava Quintanilla).

CAVA QUINTANILLA

Por antigüedad, extensión y presencia en el mercado, es la bodega potosina. Situada a 45 minutos de la capital, de camino a Matehuala, esta vinícola es pionera en estos terruños.

“Actualmente tenemos 84 hectáreas productivas; tenemos plantaciones nuevas, que van a entrar en producción este año y nos van a hacer llegar a las 100 hectáreas, y estamos plantando un sector nuevo, para tener una superficie total de 120 hectáreas”, describe Matías Utrero, su enólogo.

En sus viñedos, de suelo franco arcilloso, hay 14 variedades: tres blancas – Sauvignon Blanc, Chardonnay y Gewürztraminer– y 11 tintas, entre las que destacan Cabernet Franc, Syrah y Nebbiolo.

En el mercado, bajo el sello Cava Quintanilla, pueden encontrarse tres líneas: Nicole, con un rosado semidulce y otro espumante; Laberinto y Reserve.

“En Laberinto tenemos vinos relativamente económicos pero muy bien hechos: hay dos blancos, un Sauvignon Blanc, y un Gewürztraminer seco y muy aromático; un rosado de Grenache con Syrah, estilo Provence, y dos tintos, un Malbec y un blend de Cabernet, Tempranillo y Merlot”, ahonda Utrero.

De Reserve, la línea de alta gama, el enólogo destaca especialmente los monovarietales de Syrah y Nebbiolo.

Y para futuras añadas, Matías vislumbra un enorme potencial en su Cabernet Franc. Los primeros resultados han dado unos vinazos, asegura.

Cava Quintanilla produce hoy 450 mil botellas al año, pero la meta en el mediano plazo es alcanzar el millón y entre sus planes también está consentir a los amantes del enoturismo.

“Tenemos un proyecto arquitectónico en desarrollo; va a contar con restaurante, una fachada más estética para la vinícola, un lago para pescar y un micro hotel”, adelanta.
Hoy, previa reservación, la bodega ofrece tours con degustación.

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