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Publicado en SALUD Y BIENESTAR

La otra vacuna, para combatir el rotavirus

Martes, 16 Marzo 2021 00:01 Escrito por 

Cuando la oportunidad se presentó, la pediatra infectóloga Yolanda Cervantes no vaciló en permitir que a su hijo de apenas unos meses de edad se le aplicara una nueva vacuna.

Una medida inédita para prevenir la infección por rotavirus, que entonces era responsable de 138 millones de casos de gastroenteritis en niños, y de 440 mil muertes al año en todo el mundo.

"Mi hijo fue el primer niño vacunado posterior al registro de la vacuna contra rotavirus en México", recuerda en entrevista telefónica Cervantes, destacando la forma en que esto fue posible: "porque se registró primeramente en México antes que en cualquier país del mundo. Eso dio la oportunidad".

Fue exactamente el 12 de julio de 2004 cuando México se convirtió en la primera nación en registrar una vacuna contra este mal, principal causa de diarrea y vómito graves en niños de entre 3 y 24 meses.

Rotarix. Así fue como se llamó al biológico desarrollado por Glaxo Smith Kline (GSK), desde cuya filial mexicana, Cervantes, directora médica de Investigación, Desarrollo Clínico y Vacunas de la farmacéutica, pudo participar y coordinar de varias maneras el proyecto, en conjunto con un equipo de investigación clínica interno y varios investigadores en muchas instituciones nacionales.

Se trató de un esfuerzo en el que participaron instancias como el Seguro Social o el Instituto Nacional de Pediatría, y que partió del trabajo de los mexicanos Guillermo Ruiz Palacios y Raúl Velázquez, pioneros en la identificación de la epidemiología de la enfermedad por rotavirus.

Ellos habían publicado en 1996 en el New England Journal of Medicine que dos infecciones naturales por rotavirus prevenían una infección grave posterior. Lo que sirvió de base para desarrollar la vacuna de virus atenuado, que se administra de forma oral en dos dosis a temprana edad.

Una vacuna de nueva generación que se gestó en su mayoría en México y Latinoamérica, donde se llevaron a cabo las fases 2 y 3 de la investigación clínica.

"La mayoría de los estudios fase 3 se hicieron en Latinoamérica con la participación de más de 63 mil niños. En nuestro País, más de 13 mil se reclutaron en un periodo de seis meses y se siguieron durante dos años", recuerda Cervantes, especialista con más de dos décadas de experiencia en investigación y desarrollo clínico de vacunas.

Tras su insólito registro por parte de Cofepris, la inmunización comenzó en los municipios de mayor vulnerabilidad, en 2006; la antesala a su introducción en el programa de vacunación universal un año más tarde.

"Esto normalmente no pasaba. Para que nos llegaran las nuevas vacunas tardaban años", contrasta la pediatra infectóloga, quien ahora celebra que en este momento en México pueda protegerse a todos los niños con la vacuna contra rotavirus aplicándoles una dosis a los 2 meses de edad, y otra a los 4.

El abrumador impacto derivado de esto ha quedado registrado en diversos estudios que dan cuenta de una disminución de más del 50 por ciento de muertes en menores de 5 años por diarrea en el mundo y en nuestro País.

"Antes de que hubiera vacuna se morían cerca de medio millón de niños cada año en el mundo por rotavirus, porque es un virus que es muy democrático y afecta a niños en buenas condiciones económicas y bajas condiciones económicas.

"Es una enfermedad por la que se deshidratan muy rápidamente con una sola evacuación. Un bebé muy pequeñito, de 3, 4 meses con una diarrea muy líquida, si no logra hidratarse y no llega a un hospital, puede caer en choque o incluso morir", detalla la especialista.

El relato de cómo surgió de este lado del mundo una nueva forma para reducir la mortalidad de menores por tal virus se enmarca como un pasaje importante en la propia vida de Cervantes y los suyos.

"Fue un momento de mi vida donde casi acababa de nacer mi hijo, quien fue el primer niño que se vacunó con esta vacuna en el mundo porque tuvimos este beneficio del registro primeramente en nuestro País", reitera.

"Me llena de mucho orgullo y hasta la fecha ha sido algo que marcó nuestra vida, la de mi familia, la de mi segundo hijo, quien también se vacunó con esta vacuna".

Y entonces lo evidente deviene en irrebatible: "A veces digo: Si alguien viera cómo crecieron estos muchachos, dirían 'no, pues sí sirven las vacunas'. ¡Ahora están gigantes!".

Varios años después de que su hijo recibiera aquella novedosa vacuna, y habiendo atestiguado el auge del movimiento antivacunas, la pediatra infectóloga Yolanda Cervantes hace énfasis en la importancia de reforzar la confianza en la vacunación y recordar todos los beneficios de la misma.

Pensar en que cada año se previenen de 2 a 3 millones de muertes en el mundo gracias a las vacunas, y cerca de 750 mil discapacidades. Además de que sólo de esta forma ha sido posible, por ejemplo, erradicar enfermedades como la viruela o, el caso más reciente, la polio en África.

"Pero estos movimientos antivacunas se enfocan en reacciones, ya sean reales o creadas, relacionadas con las vacunas para de alguna manera ganar estos puntos en contra de la vacunación.

"Y tampoco nadie sale en Twitter diciendo: 'Hoy no me dio polio', 'hoy no me dio sarampión'. Generalmente gana la noticia del evento adverso, que se magnifica y puede crear una falsa percepción en la población", expone la especialista. "Se olvidan los beneficios y se enfocan los potenciales riesgos".

En este momento particular, Cervantes hace un llamado a no rechazar la vacunación y completar los esquemas que pudieran haber quedado inconclusos a causa de la pandemia de Covid-19, tal como las autoridades sanitarias mundiales preveían desde un principio que podría ocurrir.

"En México y en todo el mundo ha habido una disminución de las coberturas, y ahorita se están implementando todas las medidas posibles para hacer lo que se conoce como catch up, completar los esquemas de vacunación que de alguna manera se quedaron cortos, ya sea por los momentos donde no pudimos salir de casa o porque los pediatras no estaban trabajando.

"Los centros de salud siempre mantuvieron la vacunación, pero eso no quiere decir que las mamás fuéramos", apunta. "Entonces ahorita hay que hacer una revisión de las cartillas de vacunación y completar los esquemas".

Si hay algo sobre lo cual cree que se ha renovado la atención gracias a la actual contingencia sanitaria es la necesidad de vacunas en otras edades.

"Se nos olvida que aunque nos hayan vacunado, bajan las defensas contra algunas enfermedades, como tos ferina, como tétanos, y requieres poner refuerzos a lo largo de la vida", destaca Cervantes, quien también ha participado en el desarrollo de vacunas para el Virus del Papiloma Humano (VPH), herpes zóster, neumococo, varicela, meningococo e influenza, entre otras.

"Si yo le veo algo positivo dentro de todo esto, es este recordatorio de que la protección es para todas las edades, no solamente para los niños".

Al rememorar la historia de México y la primera vacuna contra rotavirus, que posicionaba favorablemente al País junto con América Latina en materia de desarrollo, es imposible no preguntarse: ¿Por qué ahora las autoridades nacionales se truenan los dedos viendo dónde conseguir vacunas contra SARS-CoV-2?

A lo que Yolanda Cervantes, directora médica de Investigación, Desarrollo Clínico y Vacunas de GSK México, responde restando exigencia al País, y dando cuenta de que no es el único padeciendo tal circunstancia en el actual contexto de emergencia mundial.

"Así como México las busca, las pelea, las negocia en el mundo entero, pues la mayoría de los países lo están haciendo y no es con diferencia de China, de Rusia", asegura la pediatra infectóloga.

En todo caso, la experta apunta que los desarrollos de vacunas antiCovid que se hacen en en México, como la del Instituto de Biotecnología de la UNAM, requieren de esa inédita colaboración y sinergia que se dio entre industria y academia para que las primeras vacunas contra este pandémico mal pudieran estar listas en la velocidad en que lo consiguieron.

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