Una vez finalizado el Festival Internacional Cervantino, viene el Día de Muertos, por lo que las actividades no pararán en Guanajuato.
Precisamente con motivo de esta celebración, las autoridades municipales de aquella entidad ya preparan la quinta edición del Festival del Día de Muertos 2023, con un programa espectacular y una colorida decoración en los sitios más icónicos de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Del 31 de octubre al 5 de noviembre, el lugar natal de Diego Rivera, uno de los mayores impulsores de La Catrina, se pintará de colores morados, naranjas y amarillos. Por su parte, la Presa de La Olla, la Casa de la Cultura, la Calle Subterránea Miguel Hidalgo, la Calle Sopeña, el Panteón de Santa Paula, la explanada de la Alhóndiga de Granaditas y el Parque Florencio Antillón recibirán las distintas actividades programadas.
En conferencia de prensa, Daniel Gutiérrez Meave, director de Desarrollo Turístico y Económico del gobierno municipal de Guanajuato, detalló que el programa de este año contará con la presencia del estado de Oaxaca y la ciudad de San Juan del Río, Querétaro, como invitados especiales.
Las actividades, explicó, arrancarán con la Procesión de los Angelitos, un evento lleno de carrozas adornadas, calandrias, catrinas, “plañideras” de San Juan del Río, pequeños féretros, música y personajes caracterizados que recorrerán las calles de la capital guanajuatense.
También habrá un desfile de calaveras y catrinas; concursos de alfeñiques y otros dulces; recorridos nocturnos; visitas a museos; shows; grupos musicales; obras de teatro; y funciones diarias de video mapping holográfico sobre agua con imágenes de leyendes locales y alusivas a estas festividades.
Finalmente, sobre las escalinatas del edificio principal de la Universidad de Guanajuato, los organizadores montarán una ofrenda monumental de nada más y nada menos que de 86 niveles; mientras que en la calle Sopeña, frente al Teatro Juárez, se desplegará la XVI edición del llamado “Tapete de la Muerte”, en el cual diversos artesanos guanajuatenses elaboran coloridos tapetes con aserrín, semillas, flores, arena y demás productos naturales.