Vecinos denuncian complicidad de autoridades; tala avanza en zona indígena y protegida
Habitantes de Santa Marta, en el municipio de Ocuilan, denunciaron que presuntos elementos de la Secretaría de Seguridad del Estado de México permiten la operación diaria de talamontes en la zona,6 lo que ha derivado en una devastación forestal incontrolable.
En un video difundido por los propios vecinos, se observa a un convoy de al menos 32 camionetas transportando más de 200 rollos de madera, sin que los policías estatales presentes en el lugar actuaran para frenar esta actividad ilegal.
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De acuerdo con organizaciones ambientales, los uniformados en muchas ocasiones son superados en número y armamento por los talamontes, lo que limita su intervención. Sin embargo, también acusan posibles actos de complicidad.
“El problema de la tala ilegal sigue igual que siempre. La autoridad solo actúa de manera esporádica. Antes de que hagan un operativo, los talamontes y dueños de aserraderos ya están enterados y esconden la madera”, afirmó Eduardo González Gómez, presidente del Ayuntamiento Indígena Tlahuica de Atzingo.
Devastación diaria en zona protegida
La tala ocurre principalmente en los bienes comunales de San Juan Atzingo y el área natural protegida Parques Nacionales Lagunas de Zempoala. Vecinos aseguran que es común ver diariamente camionetas cargadas con madera circular por la zona, sin ser detenidas.
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“Lamentablemente, como se ve en los videos, esto ocurre todos los días. Los taladores bajan la madera en la noche desde los bosques y, por eso, cada vez hay menos árboles. Esto ya tiene consecuencias graves”, advirtió González Gómez.
Tala impune incluso en carretera
La situación ha llegado al extremo de que los taladores derriban árboles a pie de carretera y los trozan con motosierras sobre la vía, bloqueando el tránsito vehicular mientras cargan la madera. Todo esto ocurre sin que autoridad alguna los confronte.
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“Los talamontes actúan con total descaro. Tiran los árboles en plena carretera, los cortan ahí mismo, detienen el tráfico y, una vez que cargan todo, se van como si nada. Nadie les dice nada. Es impunidad total”, finalizó el representante del gobierno indígena.