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Publicado en CULTURA

Refrescan artesanías mexicanas

Martes, 23 Marzo 2021 00:01 Escrito por 

Pedro Netzahualcóyotl encuentra la plenitud expresiva en los textiles que urde; Romana Martina del Carmen Nadal Chuc conjuga destreza e imaginación al diseñar en cuerno de toro joyería u otros objetos tanto ornamentales como utilitarios, mientras que a Paulina Jiménez le regocija forjar una alfarería resistente, no sólo al fuego, sino también a los embates de la pintura acrílica.

Los tres producen artesanías para usarse antes que para exhibirse en museos, aunque sus obras -o las de sus talleres- se han integrado también a las colecciones de algunos recintos, señalan con motivo de una exposición y venta de su trabajo que organiza la Secretaría de Economía (SE) en el marco del Día Internacional de la Artesana y el Artesano, que se celebró este viernes.

"La artesanía tiene que ser utilitaria. Lo que me ha enseñado mi familia es eso: que si tenías frío te hacías una cobija o creabas tu propia vestimenta. Es cierto que mis piezas se ven increíbles en museos, me encantan, pero creo que la artesanía adquiere valor al ser usada", considera Netzahualcóyotl, artista nahua cuyo Sarape Tepiteh en telar de pedal, reconocido en el Gran Premio de Arte Popular 2020, entrevera la iconografía del siglo 17 con el morado que identifica la lucha de las mujeres por sus derechos en el siglo 21.

"Defiendo mi legado, pero no soy ajeno a la realidad; creo que todas las ideas pueden conjuntarse", dice quien pertenece a una quinta generación de creadores textiles de Contla de Juan Cuamatzi, Tlaxcala, y quien reivindica a los gabanes como indumentaria versátil de actualidad.

Formado como ingeniero industrial, y estudiante de la Licenciatura en Arte y Tradición en el Centro Morelense de las Artes, en Cuernavaca, Netzahualcóyotl decidió que su destino no estaba precisamente en la industria ni en los procesos estandarizados.

"No me veo limitando mi creatividad, dejando a un lado mi libertad por vivir una vida cómoda, tal vez. Necesito crear, es la esencia que mis padres me heredaron, y al estar en un trabajo me limitan la creatividad que siento tener. Necesitaba la forma de expresarlo, y entonces la forma más rápida de expresar mi creatividad es en el taller. Sentí que por ahí era mi camino, mi destino. Me siento motivado, día con día trato de esforzarme, aprender de mis padres, que son mis maestros de vida, y mi hermano, que me instruye".

Nadal Chuc, artesana maya, dedicada desde hace 35 años al trabajo con hueso de toro coincide con él: innovar no significa traicionar.

Su mismo oficio requirió adaptarse tras la prohibición, en los años 80, del uso del carey obtenido del caparazón de la tortuga, el cual sustituyeron por cuerno taurino, aun cuando resulta más complejo de trabajar. Algunas piezas pueden requerir un mes de talla a mano y ninguna es igual a otra, previene.

"Hay gente que sigue con la tradición, que le gusta usar lo tradicional y hay gente que le gusta utilizar lo moderno. Nosotros, como artesanos, tenemos que adaptarnos también a eso. Con el cuerno de toro estamos combinando la joyería, por ejemplo, con alambre y piedra. No se trata de dejar la tradición, lo antiguo que hacían nuestros padres y abuelos, pero lo combinamos con lo moderno y así seguimos. Los clientes te dan ideas para que sigas adelante", explica la creadora campechana.

Ejemplo de tales solicitudes son piezas en forma de copa, un cuerno de la abundancia o un perchero.

Algunos de los nuevos diseños que presenta la artesana en la sede de la SE provienen de rodajas de la parte dura del cuerno que se unen para formar el collar que preserva los colores naturales en una ardua labor.

La artesana lamenta que muchos no valoren las horas de esfuerzo, del amanecer hasta que oscurece, incluso el riesgo de herirse al producir sus piezas, y regateen.

El regateo no sólo es menosprecio, sino desconocimiento, por eso los Nadal Chuc, al igual que muchas otras familias y grupos de artistas populares, han abierto las puertas de sus talleres para que la gente conozca el proceso.

Por su parte, Jiménez, originaria de Amatenango del Valle, Chiapas, y quien aprendió la alfarería desde los 14 años -hoy tiene 37-, mejoró la técnica de cocción heredada de sus padres y abuelos para producir piezas utilitarias, vajillas, por ejemplo, que puedan incorporarse en la vida cotidiana, sin que su pintura natural se desprenda.

"Estamos quemando el barro a mil o mil 100 grados para obtener piezas que pueden utilizarse hasta en microondas", destaca la creadora tzotzil, convencida de que los alimentos y bebidas saben mejor en estos recipientes, pues estimulan los sentidos.

"Cambian el sabor de lo que quieras cocinar y además huelen a barro", asegura.

Cada pieza utilitaria u ornamental se modela y colorea a mano con la técnica de englobe y pigmentos orgánicos de su terruño, de modo que Amatenango se hace presente en ellas.

"Me siento orgullosa de mi pueblo, porque allí está todo el material para hacer piezas increíbles".

La expo venta de piezas de la SE se integra por más de 280 piezas ganadoras y participantes de la más reciente edición de los certámenes de Textiles y Rebozo, Gran Premio Nacional de Arte Popular y Grandes Maestros del Patrimonio Artesanal de México, y podrá visitarse hasta el 16 de abril en el edificio central de la dependencia, en Pachuca 189, Colonia Condesa. Además, ahí mismo, y hasta el domingo, se lleva a cabo una feria artesanal con 77 expositores de 17 entidades.Buscan combatir el plagio La mejor arma para combatir el plagio de artesanías mexicanas es que la población las incorpore y haga uso de ellas en su vida cotidiana, recomienda Netzahualcóyotl.

"¿Por qué no darnos oportunidad de usar el sarape, de vestir los huipiles o las camisas hechas en México? Si no empezamos a portar con orgullo nuestra vestimenta, el plagio no terminará, pero si lo hacemos perderá fuerza, porque pocos se atreverán a plagiar. Es una manera de defendernos", reflexiona.

Nadal Chuc aconseja, por su parte, proteger desde la ley los derechos de autor de los creadores, así como certificar a los grandes maestros. "Porque hay quienes toman un curso y dicen que son maestros y no tienen una trayectoria de vida. Para que tengan un certificado deben tener una trayectoria de vida en el ramo artesanal. Hay que llevar una trayectoria continua", enfatiza.

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