Recientemente, Volvo presentó una tecnología que bien podría marcar un antes y un después en lo que a seguridad automotriz se refiere.
Se trata de un cinturón de seguridad multiadaptativo, el cual resulta capaz de analizar el entorno del vehículo y las características de cada pasajero para modificar su comportamiento durante un accidente.
De acuerdo con el fabricante sueco, esta tecnología será implementada en 2026 como parte del lanzamiento del EX60, modelo SUV eléctrico que integrará el sistema más avanzado que la firma ha desarrollado en décadas.
En ese sentido, Volvo define a este cinturón de seguridad como inteligente, pues no es una pieza fija ni un simple accesorio. Utiliza sensores interiores y exterores para conocer la estatura, peso, postura y complexión del usuario, además de detectar en milisegundos la fuerza, dirección e intensidad de una colisión.
A partir de esos datos, el sistema decide qué nivel de fuerza aplicar y qué configuración usar para proteger a cada pasajero de forma precisa.
Cabe mencionar que esta nueva generación de cinturones también aumenta de 3 a 11 los perfiles de limitación de carga, una mejora que permitirá reducir riesgos de choques leves y proteger mejor en impactos severos. La clave, según la compañía, es “anticiparse al daño, no reaccionar a él”.