El dicasterio (ministerio) para el Servicio Humano Integral del Vaticano acaba de publicar un documento en el que reitera en ocasión del Jubileo la petición de “la condonación de la deuda ecológica”, que representa, indican, el precio que pagarán las generaciones futuras y el planeta debido al consumo excesivo actual de recursos naturales, así como el costo financiero, el cual recae de manera excesiva sobre los países más desfavorecidos.
Además de llamar la atención a nivel mundial acerca de la urgente cuestión de la deuda ecológica, en el texto también se invita a toda la iglesia a asumir un compromiso pastoral dirigido a promover un modelo de desarrollo humano integral que sea verdaderamente sostenible, capaz de combinar el cuidado de la creación, la justicia ambiental y la promoción de la paz.
Bajo ese contexto, el dicasterio señala que una medida concreta podría ser la implementación de mecanismos de reestructuración de la deuda, reconociendo la existencia de dos formas de deuda interconectadas que caracterizan la actualidad: una de naturaleza económica y otra de naturaleza medioambiental.
“Las poblaciones que menos han contribuido a originar la crisis climática actual son las que sufren las consecuencias más graves…La creciente sostenibilidad de la deuda constituye uno de los principales desafíos estructurales que perpetúan las desigualdades económicas y sociales a nivel mundial”, denuncia.
“Insistimos en nuestra petición de condonación de la deuda a los países más pobres, no como un acto de mera generosidad y solidaridad, sino como un acto de justicia basada en la conciencia de los desequilibrios sistémicos y de las relaciones económicas profundamente asimétricas entre las naciones industrializadas y las naciones en vías de desarrollo”, precisa.