A pesar de experimentar bajas temperaturas por la llegada del invierno, la superficie helada del mar en la Antártida alcanzó su tercer nivel más bajo en el último medio siglo de monitoreo satelital, destacando la creciente influencia del cambio climático sobre el polo sur de la Tierra.
De acuerdo con un informe publicado por el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo, de la Universidad de Colorado Boulder (Estados Unidos), este año el hielo alcanzó su pico máximo el pasado 17 de septiembre, cuando registró casi 18 millones de kilómetros cuadrados.
En comparación con las cifras acontecidas en 2023 y 2024, la de 2025 representa la más baja en los últimos 47 años de mediciones. No obstante, los últimos 36 meses han estado muy por debajo de datos históricos normales.
“Hasta 2016, las mediciones del hielo marino antártico mostraban un aumento errático pero leve a lo largo del tiempo. Pero lo que parece estar pasando es que el calentamiento global del océano se está mezclando con el agua más cercana a la Antártida, lo que significa que el cambio climático finalmente alcanzó los mares congelados más al sur del continente”, alertó el investigador, Ted Scambos.