A partir de las redadas implementadas por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), los refugios de animales en Estados Unidos han experimentado un importante aumento de mascotas separadas de sus familias.
En el caso específico de Los Ángeles, California, una de las ciudades donde más se han llevado a cabo operativos, el Departamento local de Cuidado y Control de Animales (DACC) reportó que desde el 10 de junio, 19 ejemplares afectados por estas acciones han sido acogidos en los 7 refugios de cuidado animal del condado.
Pese a que la situación ha movilizado tanto a residentes como a organizaciones locales para buscar mitigar el impacto de las redadas en las mascotas, la complejidad de reunir a un perro o gato con su respectivo dueño deportado se traduce en un proceso costoso y lleno de obstáculos.
Y es que la reubicación de un ejemplar a través de, por ejemplo, la frontera con México puede requerir miles de dólares, sumados a la gestión de trámites aduaneros y sanitarios tanto en EE.UU como en el país destino.