Cada vez más son las universidades estadounidenses que permiten a sus residencias aceptar la presencia de mascotas de apoyo emocional como perros, gatos, conejos, hámsters e incluso serpientes.
El Eckerd College (Florida), el Instituto de Tecnología de Massachusetts, la Universidad de Norte de Colorado y el Washington & Jefferson College son algunos de los planteles que han adoptado políticas pet friendly en sus dormitorios para que los estudiantes mejoren la concentración y reduzcan el estrés de vivir en un campus.
Eva Chatterjee-Sutton, vicerrectora de vida estudiantil en Washington & Jefferson College, ubicado en Pensilvania, destaca el efecto positivo que puede tener uno de estos animales en la vida de los alumnos.
“Recuerdo el caso de una joven de primer año que tenía dificultades para relacionarse con el resto de sus compañeros, hasta que su madre le sugirió adoptar un cachorro, lo que la llevó a involucrarse de mejor manera en la vida universitaria”, contó.
Por su parte, Sophie Nocera, estudiante de último año en Eckerd College, confesó en entrevista para The Associated Press (AP) que, probablemente, conoce mejor los nombres de las mascotas en el campus que los de sus propios compañeros y hasta maestros.
“Eso le pasa a muchos estudiantes. Cuando paseo a mi perro, a menudo escucho: `¡Dios mío, hola `Zuko´!´. Es como si yo no estuviera ahí”, dijo.
Vale la pena mencionar que las residencias que permiten la presencia de estos ejemplares exigen que las universidades atiendan aspectos clave como la seguridad de todos, la gestión de quejas por ruido y la manera de evitar que los animales se alteren durante actividades como las pruebas de las alarmas contra incendios. Además, se deben contemplar los costos adicionales de limpieza y mantenimiento de dichos espacios.