Dicen por ahí que el perro es el mejor amigo del hombre; sin embargo, muchas personas no dimensionan el gran amor que una mascota de este tipo puede llegar a tener hacia los seres humanos, y sin más, estos últimos los abandonan en la calle por múltiples, crueles y hasta ilógicas razones.
Como sabemos, en México existe una gran problemática de perros sin hogar, debido, principalmente, a la falta de cultura y educación sobre el cuidado de animales de compañía. Aunado a ello, recientemente se ha dado a conocer un fenómeno conocido como el Síndrome del perro negro, el cual se deriva del rechazo de adopción a este tipo de lomitos.
¿Qué es?
En pocas palabras, el Síndrome del perro negro trata sobre la discriminación de caninos por su color de pelaje. Y es que diversos estudios, así como testimonios por parte de rescatadores o cuidadores, demuestran que este tipo de ejemplares son menos queridos que los de otro tipo de pelo, adoptados con mayor rapidez.
¿Por qué la gente no quiere perros con pelaje oscuro?
Algunos especialistas aseguran que este fenómeno es propiciado por distintos factores, como los estereotipos de perros negros promovidos en el cine y la televisión, y que dicho color se encuentra erróneamente asociado con lo “negativo” o “malo”.
De igual manera, otra teoría apunta a que, supuestamente, estos perritos no se les puede ver bien los ojos y por lo tanto, sus propietarios no conectan con ellos.
Estudios sobre el Síndrome del perro negro
Como mencionamos anteriormente, en los últimos años se han publicado un buen número de investigaciones acerca de esta situación.
El más importante estuvo a cargo de Stanley Cores, de la Universidad British Columbia, Canadá, quien se dio a la tarea de reunir a un grupo de psicólogos para exponer fotografías de perros de distintos colores, y a los participantes se les pidió que calificaran a los caninos del 1 al 7, según su gusto.
Los resultados arrojaron que los ejemplares de color negro u oscuro obtuvieron una puntuación media de 4, mientras que los de pelaje claro fue muy superior.