Entre los ingredientes que hacen posible la vida como la conocemos, existe uno que, para muchos, resulta por demás esencial: el sodio (símbolo Na).
Es escaso, pues apenas representa el 3% de la corteza terrestre y la inmensa mayoría no es bioasimilable. Además, su papel desconcierta a la comunidad científica, estando casi ausente de las plantas y ciertas especies animales morirían sin la pizca de un elemento que necesitan para su metabolismo y fisiología celular.

Ahora, un mapa del sodio en África muestra que allí donde hay mayor disponibilidad es donde prosperan los grandes herbívoros, como jirafas, rinocerontes y elefantes. Y donde escasea, escasean ellos.
Publicada en la revista Nature Ecology and Evolution, esta investigación resuelve el misterio de por qué no hay más megaherbívoros en determinadas zonas de aquel continente, como las sabanas, donde existe abundante forraje.
Para ello, un equipo de 30 científicos de la Universidad Municipal de Nueva York (Estados Unidos) elaboró un mapa con una resolución de 10 kilómetros por 10 kilómetros con los datos de concentración de sodio en las hojas de decenas de especies de plantas presentes en cada cuadrícula. Tomando 4 mil 258 muestras en 268 ubicaciones, escalaron sus resultados a todo el territorio africano.

Luego, decidieron conectarlo con uno más conocido: el de la distribución de las especies de mamíferos herbívoros de más de 2 kilogramos de peso. Así, vieron que en las zonas donde dominan plantas con mayor concentración de Na, es donde hay una mayor abundancia de animales, entre las que destacan el delta del Okavango; la cuenca de Turkana; las planicies de Tanzania; y Masai Mara.
“Creemos que la sal, probablemente junto con otros factores como la caza excesiva y la infertilidad del suelo, desempeñan un papel importante en la limitación de la población”, dijo Andrew Abraham, uno de los autores.