Esta semana, México dio un paso significativo en la conservación del bisonte americano (Bison bison) con la llegada de 44 ejemplares a la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) “El Santuario”, ubicada en el estado de Coahuila.
Lo anterior fue posible gracias a un esfuerzo conjunto entre instituciones gubernamentales, organizaciones civiles y comunidades locales, mismas que coordinaron acciones para garantizar un manejo técnico y sostenible de la manada.
Según detalló Gerardo Ruíz Smith, director de la Fundación Pro Cuatrociénegas, los animales provienen del Rancho El Uno, en la Reserva de la Biosfera Janos, donde la ONG Cuenca Los Ojos ha trabajando durante décadas en el manejo de dicho bovino.
Si bien esta iniciativa ayudará a preservar a una especie considerada símbolo cultural y natural de América del Norte, también representa un esfuerzo para la restauración de los pastizales del Desierto Chihuahuense, ecosistemas esenciales que han sido afectados por la actividad humana y los cambios ambientales.
Y es que el bisonte americano desempeña un papel crucial en la regeneración de los lugares que habita, cuya presencia favorece la estructura del suelo; ayuda a mantener la vegetación nativa; y soporta de mejor manera las condiciones de sequía a comparación de otros animales de pastoreo.