La Patagonia argentina está siendo testigo de un nuevo fenómeno biológico tan curioso como preocupante, sobretodo para la colonia de más de 80 mil pingüinos que habita junto a la costa del Parque Nacional Monte León.
Resulta que un estudio científico, elaborado por la Universidad de California (Estados Unidos) y publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B, reveló que los pumas de aquella región han cambiado su tradicional comportamiento para integrar al pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus) en su dieta habitual.

De acuerdo con los autores, este sorpresivo cambio en la cadena trófica podría asociarse a la recuperación de los ecosistemas de la región, o bien a la presión ejercida por el cambio climático.
Para llegar a este descubrimiento, el equipo liderado por el investigador Mitchell Serota monitorizó el comportamiento de los grandes felinos gracias a dispositivos de localización GPS. Tras varios meses, detectaron extraños patrones, aunados al hallazgo de cadáveres de pingüinos parcialmente devorados, hechos que provocaron la instalación de cámaras en puntos estratégicos.

“Las imágenes no dejaron lugar a dudas: los pumas se daban auténticos festines de estas aves, pues son presas fáciles en tierra firme debido a su incapacidad de volar y dificultad para caminar rápido”, señaló el experto.
“De seguir la tendencia, estas nuevas interacciones podrían transformar el comportamiento animal y las poblaciones de ambas especies de formas inesperadas”, alertó.