Al ritmo de música de violín, los "viejitos de antes" salieron a bailar a las calles de San Francisco Xochicuautla.
Con bastón en mano, huaraches, rebozos y hojas de maíz en la espalda, pasaron de casa en casa, una tradición que data de hace 40 años.
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Antonio Rojas, fue parte de los grupos que recorrieron la montaña, así como el, su abuelo un hombre indígena otomí se encargó por muchos años que los "viejos compadres" como también se les conocía, no fueran olvidados.
"Mis abuelitos hacían este carnaval y me contaban que era muy bonito, ese tiempo digamos no usaban ropa normal, usaban faldas de colores, blusas, pantalones de manta, somos indígenas, somos raza".
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Año con año, estos tradicionales bailes se realizan después del miércoles de ceniza para dar entrada a las celebraciones de Semana Santa.
"Empezaba en el marco del miércoles de ceniza, y caminaban de casa en casa para bailar, iniciaba en San Lorenzo y terminaba en Santa María, puro baile de es lo que se usaba antes".
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Entre los adultos con máscaras de "viejitos" también se pueden ver a las nuevas generaciones, los niños otomíes que aún se aferran a sus tradiciones.
"Ojala que mis sobrinitos y los niños que tenemos a nuestro alrededor, que lo aprendan y lo hablen porque es muy necesario porque este idioma vale mucho, ya que es la raíz de esta montaña de este pueblo".
Mañana cinco de marzo, es la "fiesta grande" de los "viejitos de antes" esos que con el paso del tiempo, se aferran a su idioma y a sus tradiciones.