El Gobierno de la CDMX, al igual que el sexenio pasado, buscará aplicar el proyecto Basura Cero.
De nueva cuenta, con este plan se propone incentivar la separación de residuos sólidos en orgánicos e inorgánicos y con "nuevas tecnologías" -las cuales aún no han sido detalladas en cantidades y operación- enviar a rellenos sanitarios sólo 2 mil 250 toneladas de las 13 mil 073 toneladas de residuos sólidos que generan a diario los capitalinos.
Es decir, la meta es sólo enterrar 2 mil toneladas diarias de desechos al final del sexenio, el 25 por ciento de las 8 mil 107 toneladas que actualmente se lleva al Estado de México y Morelos, de acuerdo con el Inventario de Residuos Sólidos 2018 de la Secretaría de Medio Ambiente.
De acuerdo con el titular de Servicios Urbanos de la Ciudad, Efraín Morales, el éxito del programa Basura Cero tendrá sus cimientos en reeducar a la ciudadanía e implementar nuevas tecnologías, por ejemplo, para la generación de energía y biocombustibles.
Cristalizar este plan, reconoció, no será labor sencilla porque en últimos meses han detectado que la población separa cada vez menos la basura en sus hogares, así que se tendrá que empezar desde cero: acostumbrar a la población para que en su casa separe su basura en orgánica e inorgánica.
"La parte fundamental serán campañas y una alianza en donde participan trabajadores, el Gobierno, empresas, pero sobre todo los ciudadanos que entiendan el valor que tiene separar los productos para poderlos reutilizar", agregó Morales.
Si no se establece una alianza entre la ciudadanía y los trabajadores de limpia del Gobierno de la Ciudad, coincidieron expertos y autoridades, los planes impulsados desde la Jefatura de Gobierno volverán a fracasar.
"Es indispensable que permanentemente estemos recibiendo el mensaje de que debemos separar y por qué debemos separar, no sólo es 'sepáralos porque yo lo digo'.
"Tenemos que explicar los daños al medio ambiente, las emisiones de gases de efecto invernadero, las afectaciones al medio ambiente y los problemas que generamos si no separamos los residuos y cuáles son los beneficios si lo hacemos", dijo por separado Carlos Álvarez, presidente de la Asociación Civil México, Comunicación y Ambiente.
Actualmente, la CDMX promedia una eficiencia de separación entre orgánicos e inorgánicos del 42 por ciento, pero el volumen de separación ha ido a la baja en 14 de las 16 alcaldías, según cifras oficiales.
Sin embargo, voluntarios y trabajadores de limpia del Gobierno capitalino reconocen que son pocos los ciudadanos que entregan correctamente separados sus residuos, lo que permite reaprovechar materiales como PET, orgánicos, cartón, papel y vidrio, entre otros.
"Hay gente que sí separa bien su basura, hasta nos dicen que nos esperemos que van a sacar papeles o periódicos. También nos dan aparte las botellas de refresco o en nuestra mano nos dan envoltorios con vidrios o agujas", reconoce José Chávez, quien trabaja en el servicio de limpia desde hace 20 años.
De cumplirse la Norma 24, que desde julio de 2017 obliga a clasificar en cuatro categorías los residuos (orgánicos, inorgánicos reciclables, inorgánicos no reciclables y de manejo especial y voluminoso), el volumen de residuos sin reuso reduciría sustancialmente, según expertos.
Urgen trabajo en equipo.
Contar con una política eficiente en el manejo de residuos sólidos de la Ciudad, la cual incluya incentivos para los trabajadores de limpia, podría reducir hasta en 90 por ciento la cantidad de desperdicios que diariamente se envían al Estado de México y Morelos para ser enterrados en cinco rellenos sanitarios.
"Es mucho más eficiente y mucho más barato regresar al esquema de incentivos por tonelada de residuos orgánicos separados, que estar pagando miles de millones (de pesos) por andar paseando los residuos por toda la Ciudad", consideró el ambientalista Arnold Ricalde, director de la asociación civil Organi-K, que desde hace 10 años fomenta el cambio de hábitos, así como la educación ambiental a fin de restaurar los ecosistemas.
Si se aplica correctamente la Norma Ambiental 024, se dan incentivos a los trabajadores de limpia por cada tonelada separada que entregan en los centros de transferencia y se habilita una termovalorizadora exclusiva para los desechos sanitarios como pañales, toallas íntimas y condones, la cantidad de basura que se tendría que enterrar sería apenas un décima parte, consideró el experto.
"Sólo se irían mil o 2 mil toneladas a relleno sanitario porque un plástico lo prohibiste -ya van a entrar en vigor las reformas a la ley-, otro lo reciclaste, lo orgánico lo llevaste a planta de composta, el otro lo llevaste a termovalorización.
"Entonces, realmente te sobraría una mínima fracción que se estaría yendo a los rellenos sanitarios. ¿Cómo logramos esto?, con el sindicato y con los trabajadores de limpia", indicó Ricalde.
Desde 2012, cuando el Bordo Poniente cerró sus puertas, el Gobierno de la CDMX tuvo que buscar opciones de a dónde llevar la basura que diariamente se genera en Capital.
A fin de reducir la cantidad que enviarían, se trabajó en coordinación con el Sindicato de Trabajadores del Gobierno de la CDMX, específicamente con la Sección 1 que corresponden a quienes laboran en el servicio de limpia.
Por cada tonelada de basura orgánica o inorgánica que entregaran correctamente separada recibían un incentivo de 50 pesos, pero en la Administración del ex Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera este apoyo se canceló.
"No queda otra que hacerle la lucha, así como ve, de la basura le he podido dar estudios a mis hijos y frijoles nunca faltan en la casa", dice José esbozando una amplia sonrisa de orgullo.